1. Y así terminan todas tus citas


    Fecha: 30/09/2022, Categorías: Hetero Autor: RenRyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... de que teníamos una diferencia de 10 años, me recordaba a mí, aún más joven y vivo por aprender mucho más. Cuando tenía mucho tiempo.
    
    -Claro, eso vamos a ver -respondí con una sonrisa. Aunque en realidad no íbamos a ver eso, pero me gusto ver su reacción, una ligera sonrisa en su boca- No vayas a faltar, porque vamos a hacer cosas interesantes.
    
    -No he faltado profe… Bueno, solo una vez, pero estaba lloviendo.
    
    -Solo una vez, fue una clase perdida, porque no repetimos clase.
    
    -Aun así, no faltes.
    
    Nos dimos la mano en forma de saludo, se despidió y se fue. Lo mire mientras cruzaba la puerta del salón, y a un lado, estaba Carolina viéndome fijamente, la mire, nos miramos, sonreímos.
    
    -Ese chico es muy listo -me dice Carolina mientras apago la laptop que estaba usando.
    
    -Sí, alumnos como ellos, me motivan a dar clases -comente con una ligera sonrisa.
    
    -Me encanta ese hoyuelo que te sale al sonreír.
    
    Sin darme cuenta, Carolina ya estaba frente a mí, para mi sorpresa, acariciándome la mejilla. Me incline en mi asiento, mirando hacia la puerta, para ver si seguía abierta. Me levante y quede frente a ella.
    
    -A mi me gusta otras cosas de ti -le dije al momento que pase a lado de ella para cerrar la puerta, pero antes de cruzar a su lado, levanté la mano para tocarle ligeramente su trasero.
    
    No dijo nada, solo dio un pequeño brinco.
    
    -No cierres la puerta, sino se van a dar cuenta. -dijo un poco preocupada.
    
    -Descuida, no la voy a cerrar por completo, solo ...
    ... un poco. -le dije al momento que daba media vuelta para estar frente a ella.
    
    -No, aquí no podemos hacer cosas -levantó las manos a la altura de su pecho, para detenerme, en caso de que siguiera.
    
    Me acercaba a Carolina con paso decidido, pero ella no estaba muy decidida, la notaba nerviosa, estábamos en el salón, y las ventanas estaban muy grandes, alguien que se asome un poco, podía ver, como le metía mi lengua a la boca de Carolina.
    
    -Ya para -me empujó con ambas manos. Lo suficiente como para hacerme retroceder un paso menos- Espérame a la noche.
    
    -Entonces eso es un “SI” -mi cara se dibujó una gran sonrisa.
    
    Me fui a sentarme a mi silla, ya hice lo que quería, esa boca de Carolina era algo nuevo para mí, más de 7 años estuve con una mujer, así que volver a sentir otras bocas, fue sumamente estimulante, porque aunque me decía que no, cada vez que la besaba, sentía como nuestras lenguas se cruzaban, se abrazaban, se tocaban, se exploraban, en un instante, ya la tenía bien parada, y no sabía si Carolina notaba mi pene levantado encima del pantalón. Siempre al sentarme, tenía que hacer un movimiento rápido con mi mano en mi pantalón, para acomodarme el pene, porque sentía que se me notaba ligeramente. Ya sabía que Carolina me lo veía, sus miradas disimuladas las podía ver, notaba que se mordía el labio inferior por pequeños momentos.
    
    Eso me excitaba aún más, ya me imaginaba cómo es que me daría sexo oral, como se la metía, movía mucho su lengua o despacio, o no ...