1. La francesa


    Fecha: 15/10/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... coño. Dejó de besarme, me hizo con el dedo el "ven aquí", y me dijo:
    
    -Haga eso con los dedos cuando los quite... Y cuando yo apure, usted apure.
    
    Hice lo que me dijo. Dejó de besarme. Me miró a los ojos y me masturbó la polla apretándola y deslizando su mano por ella menos a más. Era cómo si me estuviera retando a algo. Yo movía los dedos cómo me había dicho y al ir acelerando ella, fui acelerando yo... Ya a mil por hora sentí como una corriente de jugos se movía dentro de su coño, luego su coño apretó los dedos, la Francesa echó la cabeza hacia atrás, y gimiendo se corrió cómo una loba. Con el placer que sentía se olvidó de masturbarme, pero su mano apretaba mi polla con tanta fuerza que era cómo si quisiera romperla, lo que hizo que me corriera y soltara un chorro de leche que le puso perdida la bata, a este siguieron cinco chorros más, pero la Francesa estaba muriéndose de gusto y no se enteró de nada. Se enteró cuando volvió a abrir los ojos y se lo dije:
    
    -Le puse la bata perdida.
    
    Miró y vio la corrida en la bata, lla quitóla echó a un lado, y me dijo:
    
    -Después le paso un paño mojado. ¿Quiere comerme el culo, mister García?
    
    Mirando para la mata de pelo rubio que rodeaba su coño, le respondí:
    
    -Claro, el culo, el coño y lo que me de.
    
    Se dio la vuelta, puso las manos sobre la mesa, abrió las piernas, unas piernas musculadas, y me dijo:
    
    -Ábrame las nalgas con las manos y lama.
    
    Me agaché, e hice lo que me mandó. Al ratito, me dijo:
    
    -Fuck my ass ...
    ... hole with you tongue (fóllame el agujero del culo con tu lengua)
    
    El agujero ya lo tenía abierto. Le follé el culo con la lengua tantas veces, que si no entró y salió mi lengua de su ano cien veces, no entró y salió ninguna... Cachonda cómo una perra en celo, me dijo.
    
    -Ahora meta su polla en mi culo.
    
    Era bajita y no podía follarla de pie. También ella lo sabía, se puso a cuatro patas sobre una vieja alfombra. Me arrodillé detrás de ella, la agarré por las tetas, y se la clavé. Entró cómo en un coño estrecho. A la Francesa le gustaba el sexo anal más que cualquier otra clase de sexo. Lo disfrutó desde el segundo uno. Ya no me decía cómo debía atacarla. Le gustaba cómo jugaba con sus tetas, como le comía el cuello, le gustaba todo, tanto le gustaba, que no pasó mucho tiempo antes de que comenzase a temblar, y dijera:
    
    -I´m gone cum, I´m gone cum, I´m gone cum! (me voy a correr, me voy a correr, me voy correr)¡¡¡¡Síííííííííiíí!!!
    
    Se corrió de nuevo con una fuerza brutal. Sus gemidos era escandalosamente sensuales. A medida que fue bajando el tono, fue quitando la polla del culo, al sacarla y aún jadeando, se dio la vuelta, se puso boca arriba, me echó los brazos al cuello y me besó. Se la metí en el coño, un coño que chorreaba, e hice palanca para follarla rozando su punto G. Menos de tres minutos tardé en llenarle el coño de leche, pero segundos antes de que la llenara ya la Francesa se empezara a correr. Acabé de correrme y aún ella siguió retorciéndose de placer ...
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