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Cómeme el culo cariño: Sexo con una desconocida
Fecha: 18/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... en lo particular no me gusta la sensación del plástico. Yo me cuido Tony y le doy mi palabra, yo sé con quién me meto. Ambos salimos a nuestros vehículos al otro lado de la cuadra. Pagué por la habitación y al entrar lo primero que hizo fue ir a darse una breve ducha en el cuerpo. Salió con el mismo vestido y en ese corto camino que nos tomó llegar al motel, miraba ese vaivén de unas caderas en unas nalgas de antojos. Su vestido se le pegaba a su esbelto cuerpo y salía con esa sonrisa pícara y melosa. Se posó sobre mi pecho y le quise besar la boca y el cuello y ella me dijo que esperara. Ella me comenzó a remover la corbata, la camisa, la camiseta y me dejaba con el torso desnudo mientras me preguntaba. - ¿Tony, que edad tienes? - 41. -le contesté. - ¿Cuál es tu altura? ¡Te ves alto! - Metro ochenta y ocho. - ¿Y qué medida de zapatos usas? Tú sabes que por ahí dicen que la medida de tu pie delata la medida de tu miembro. - Bueno uso doce y medio (no sé el equivalente europeo), pero ya lo descubrirás tú si solo es un mito o ese dicho aplica conmigo. Me quitaba los zapatos y me desabrochaba el pantalón y en todo aquello me masajeaba el paquete y mis glúteos. Me decía que le gustaba mi loción, que a ella le gustaba ver a un hombre bien vestido y desnudarlo y que oliera bien. Antes de bajarme los pantalones y el bóxer me decía que se sentía grande y en una forma de broma se decía a si misma: ¡Creo que Alexia está en problemas! – los descubría y me decía ...
... cuando con su mano derecha me tomaba el tronco del falo y con la izquierda tomaba mis testículos: - ¡No me equivocaba, tienes un buen trozo muy hermoso! Verdaderamente Alexia está en problemas. -Se decía a ella misma de nuevo. Ella me pidió que la desnudara y solamente era cuestión de bajarle un zipper frontal y cuyo vestido luego parecía una bata. Vi sus pechos atrapados en un sostén que creo cuya finalidad es levantar en demasía los senos de una mujer. Se le miraban hermosos, frescos después de una bañada y vi su primer tatuaje en su costado debajo de su teta derecha. Era una gaviota con alas abiertas al vuelo en un tinte negro. En su glúteo izquierdo tenía un colibrí posado sobre una flor y este si era colorido. Sus nalgas se sentían sólidas y llevaba un calzón cachetero de un rosa pálido. Pensé bajárselo y comenzar a mamar sus tetas, pero ella me lo prohibió en ese momento y me pidió que le bajara el calzón. Estaba húmedo, al igual que mi bóxer se miraba humedecido por lo caliente de la plática. Ella se sentó a la orilla de la cama y tomó mi miembro erecto y me dijo: ¡Que hermosa verga tienes! No la imaginaba así de larga y gruesa, pero la imaginé adentro de mi boca cuando llegaste a tomar asiento al restaurante. Obviamente la felación no había sido mi sorpresa, pues me la esperaba como un inicio al fornicar y pasó mamándomela por varios minutos en un sexo oral rico. Lo que sí me sorprendió fue su siguiente paso. -Ven…cómeme el culo. – Se puso en cuatro sobre la cama ...