Mamándosela a un extraño
Fecha: 22/10/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
... estimularla, pues no quería que fuera a perder su dureza, Armando me interrumpió de mi éxtasis visual, me dijo:
AA- Anda niña… no seas maleducada, salúdala de beso…
Armando seguía conduciendo su gran camioneta sin perder de vista el camino, aunque lo hacía a una velocidad bastante baja, no sé si para evitar un accidente o para prolongar más el riquísimo viaje que estábamos teniendo, pero lo hacía con una evidente cara de placer. Incitada por Armando y por el excitante momento que estaba viviendo, y al tener esa gorda vergota tan cerca de mi rostro, me sentía bien cachonda, no dejaba de saboreármela, así que abrí grande mi boca y me decidí a engullirla, y en el primer ataque que hice logré devorarme más de la mitad, sentí la gorda cabeza de ese gordo miembro masculino tocar mi garganta, el sabor de este macho era delicioso, retire mi boca lentamente, los hilos de saliva unían mis labios con esa enorme virilidad, mientras Armando emitía gruñidos de placer, al saber que mis caricias bucales eran del agrado de este macho, decidí que era el momento adecuado para ahora si propinarle a Armando una soberbia mamada que no olvidaría tan fácil, así que comencé el típico movimiento con mi cabeza de sube y baja, a manera de sincronización cada 5 o 6 movimientos la sacaba de mi boca y la lamia desde la base hasta la enorme cabeza. En cada acto en el que esa gorda barra de carne de macho entraba en mi cavidad bucal yo emitía femeninos sonidos y gemidos de satisfacción que resonaban ...
... en mi boca tapada por aquella deliciosa verga que devoraba.
Armando manejaba con suma habilidad su camioneta, sin interrumpir lo que yo realizaba entre sus piernas, aunque me percate que pronto giro y se estacionó. Pude ver qué estábamos en la calle Oriente 95, que ya por la noche es una calle solitaria y sin muchos transeúntes o automóviles debido a que es la calle del mercado de la colonia, en esos momentos estaba para nuestra suerte con alumbrado escaso, en definitiva un lugar ideal para lo que acontecía en esa lujosa camioneta. Ya sin la presión de mantener sus sentidos para poder manejar, Armando me tomo de los cabellos con una de sus manos, mientras que con la otra dirigía su gorda masculinidad a mis labios y comenzó a dirigir la velocidad de la mamada que le estaba yo dando, mis manos apenas lograron sostenerse del borde del asiento y de su pierna. Después de varios minutos violándome la boca, Armando me soltó del cabello, en ese momento yo me levanté lentamente, de mi boca escurrían hilos mezcla de mi saliva con su delicioso líquido preseminal, misma mezcla que cubría en su totalidad su vergota, le sonreí coquetamente a este macho y él me regreso la sonrisa, entonces me dijo:
AA- Regresa a lo que estabas haciendo tu putita… Lo sabes hacer delicioso…
Cómo la niña buena que soy, le obedecí sin chistar, y me volví a inclinar para recomenzar la espectacular mamada que le estaba yo dando. Sin separarse de su asiento Armando comenzó a desabrocharse el cinturón y con ...