Mamándosela a un extraño
Fecha: 22/10/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
Hola y gracias por seguir leyendo mis relatos, les recuerdo mi nombre: soy Paulina, Tengo 33 años bastante bien vividos y soy una mujer TV a tiempo completo, esto básicamente quiere decir que a la actualidad realizó todas y cada una de mis actividades y me desempeño en cada una de ellas en el rol femenino. En la calle, en mi casa y en la intimidad respondo como dama, como mujer y como puta respectivamente.
En esta ocasión les voy a contar otra experiencia cuando era más joven, este relato tiene lugar en la CDMX, y nos remonta al año 2007, teniendo yo mis tiernos 20 años y para ese momento ya bastante bien vividos. En ese punto de mi vida, si bien no era ya una mujer hecha y derecha, si ya tenía mis gustos y preferencias sexuales bien definidas, era yo un chavito gay pasivo afeminado con rasgos sumamente andróginos, por lo que siempre llame la atención del sexo masculino y nunca faltó quien me hiciera el favor. Una de estas oportunidades es justamente lo que nos lleva a este relato, en el conocí a mi coprotagonista, Armando Abad, no recuerdo más sobre él, pues lo nuestro fue un encuentro fugaz que no volvió a repetirse, aunque si volviera a verlo, con gusto repetiría. En fin, ojalá les guste:
Era jueves por la noche, todo el día había sido frio, y a eso de las 5 pm había empezado a lloviznar y ya no se había detenido, era una de esas noches frías de otoño que avisaban como vendría la época decembrina. Como espejos en el piso, los charcos dejaban ver las sombras de ...
... edificios y las luces de la ciudad, justamente estos charcos es lo que me mantenía distraída, pues me encontraba caminando con la gracia de una chica tratando de evitar los charcos para no mojarme los pies. Venía saliendo de la estación de metro consulado ya solo para caminar un par de calles y llegar a la casa de mis padres, está calle siempre estaba iluminada tenuemente por el alumbrado público, por eso prefería venirme por allí que le la otra calle paralela que siempre está más sola y menos iluminada, pasaban de las 9 PM, había sido un día pesado en la escuela y en el trabajo, caminaba en verdad exhausta. A pesar de que vestía como niño, mi apariencia y la manera de mi caminar me delataban ante la sociedad, aquella noche vestía un pantalón de vestir que me quedaba muy ajustado debido al tamaño de mis caderas y de mis nalgotas, una camisa de vestir también arreglada para quedarme más ajustada de lo normal, y zapatos con un discreto tacón perfectamente bien boleados, un abrigo que parecía más de niña que otra cosa, y claro, por debajo una tanga negra.
Sin duda la lluvia me había retrasado más de lo normal, a lo lejos el motor de un auto se escuchaba cada vez más cerca, volteé un poco la cabeza hacia un costado para mirar, el auto venia en la misma dirección que yo, lentamente comenzó a detenerse y exactamente a lado mío se detuvo por completo, era una camioneta Ford gris muy bonita, sus cristales negros reflejaban mi sombra obscura y poco clara por la tenue luz amarilla del ...