Verano de 1998, mas que amigos. (III) - Relatos Eróticos

Verano de 1998, mas que amigos. (III)

... dudas, la conocíamos a la perfección, la otra era una bicicleta muy nueva, de montaña y carísima, de las típicas de fibra de carbón, y con mil cambios. pero qué hacia Neus allí? y con quién estaba? -Que hacemos Marc? nos piramos a otro sitio? -No David, creo q tengo una idea mejor. porque no escondemos en esos arbustos de ahí nuestras bicis y nos colamos a ver quien está con Neus? -Me parece una idea cojonuda! Si es otra tia podríamos intentar ligárnoslas, ahora que no está Fernan no nos va a tirar la bronca por intentar lanzarle el anzuelo a su hermanita, no? -jajajaja. esa piba no se fija en nosotros ni de coña! pero vamos a ver que hace! Escondimos las bicicletas y nos metimos por la parte lateral de la casa, conocíamos bien toda la edificación así que nos fue fácil localizar las voces y su situación. Para nuestra sorpresa, Neus no estaba con otra amiga, sino con un tio, algo mayor que ella seguro, era un hombre atlético, grande y alto, ambos iban con ropa de ciclista, con unos mayots apretados que les marcaban todas sus formas, a Neus se le podían ver perfectamente sus pechos apretados, su cintura minúscula que daba paso a unas caderas perfectas con un culo respingón que era de infarto y lo mejor, se le notaba todo su coño. era una visión escandalosa. Ellos se encontraban en la estancia mas grande de la casa y nosotros estábamos en la ventana exterior, justo la mas alejada a ellos y con la mejor visión. -Tio. Que hace esta aquí?? -No lo se David, pero mira como está de ...

... apretada. joder. De pronto el hombre que estaba con ella le cogió de las manos, estaban muy cariñosos, ella reía, él se acercaba con todos sus músculos bien formados hacia ella, se le podía intuir un gran paquete que no dudó en apretarlo sobre su trasero cuando la abrazó fuertemente y la rodeó con sus brazos, ella emitió un gemido y una risa, había sentido sin duda aquella herramienta. David y yo nos miramos, reímos en voz baja y volvimos la vista dentro, no queríamos perder detalle. Neus había cambiado su gesto, de la risa al puro placer, tenia sus labios medio abiertos, sus ojos cerrados, con su lengua iba rozando sus labios carnosos a la vez que iba emitiendo pequeños gemidos, con su cintura minúscula describía círculos que llevaban su culo terso a rozarse con el gran paquete de su amigo, él sonreía, disfrutaba, soltó las manos de Neus para empezar a acariciar con sus grandes manos la cintura y los pechos de nuestra amiga, ella aceleraba el ritmo de sus gemidos y con una de sus manos libres empezó a acariciar su sexo, empezó suavemente a rodear sus labios marcados por encima de la lycra de su mayot de ciclista, con la otra mano fue hasta uno de sus pechos y empezó a acariciar sus pezones que ya apuntaban firmes por debajo de su ropa. Su amigo no tardó en bajar el mayot de Neus y dejarnos ver sus tetas, grandes, tersas blancas como la leche, con unos pezones rosas duros como piedras, ella gemía, él con sus manos le daba estirones en sus pechos y los rodeaba, a la vez que con ...