Ni en sueños la imaginé mía
Fecha: 30/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... excusa creíble para tu esposo.”
Ella, sin decir una palabra, se levantó con la mirada baja y se fue a su dormitorio. Cuando pasé yendo hacia el mío la escuché llorar. Días atrás hubiera entrado para interesarme por lo que le pasara, pero no me animé. Se cumplía el dicho popular que reza: “El que se quema con zapallo hasta la sandía sopla.”
Un rato después me llamó Carla, su madre, diciéndome que necesitaba hablar conmigo. Naturalmente accedí y quedamos en reunirnos en veinte minutos en la entrada de casa. Al verla llegar subí a su auto y fuimos a una confitería.
- “Sentémonos fuera así podés fumar. Te parecerá raro que quiera hablar con vos lejos de otros oídos. Lucía me contó lo que pasó la noche de fiesta en casa y que tenés pensado irte a vivir en otro lado. Para una mejor comprensión conviene retroceder un poco. Cuando tu tío y Lucía se pusieron de novios yo me opuse porque estaba visto que pocas cosas compartían, y en una pareja, no basta con que ambos sean buenas personas, también deben ser buenos compañeros. Yo lo sé por experiencia propia. Y pasó lo esperable, ambos viven su vida acompañándose en casi nada, aunque a ninguno se le pueda reprochar algo malo. Mi hija se transformó en una sombra de lo que era de soltera hasta que llegaste vos. Y de pronto una frase solemnemente estúpida arruina todo. Podés perdonarla?”
- “Ojalá fuera posible, pero no es tan sencillo. No me insultó, no me maltrató, no fue despectiva, no me hizo a menos, no fue altanera. No ...
... hay ofensa que deba ser perdonada. Simplemente, con toda educación, pero de manera firme y cortante, me puso en mi lugar, haciéndome saber que había pisado un terreno vedado, que ningún derecho me asistía para sentirme celoso. Más aún, en cierto modo estuvo suave. En lugar de decirme ‘Soy tu tía’ podría haberme dicho ‘Soy tu tía política’, dando a entender que ni siquiera tenemos un mínimo de sangre en común. Y sabe qué es lo más importante, lo que más vergüenza me dio?, que tenía razón.”
- “No puedo creer tamaña tontería en boca de ella. Quizá el tiempo cicatrice la herida y la cubra de nueva piel. Conviene que sepas que yo deseo el bien de los dos. Quiero pedirte algunas cosas. En primer lugar que no te vayas de la casa, eso va a destruir a Lucía. El segundo pedido es que nos acompañes los dos meses que vamos a estar en la casa de veraneo; nos vamos en unos días. En tercer lugar no busques trabajo; al regreso de vacaciones yo te voy a conseguir una buena ocupación bien remunerada. Por último te ruego, no que te acerques, sino que aceptes la acción curativa del tiempo. Por favor, no te alejes más.”
Su abrazo y beso de despedida fue una genuina muestra de cariño.
Según lo previsto nos fuimos los tres a la casa fin de semana. José y Rubén estarían solo quince días pues debían volver al trabajo, regresando los fines de semana.
Agotados los quince días de vacaciones los hombres grandes reanudaron su trabajo. El jueves siguiente después de almuerzo, Lucía se ubicó a mi ...