1. Emma y Juan


    Fecha: 15/06/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... chiquilla con su miembro, deleitándose con el ruido de los pollazos. Después de estar diez minutos follándole intensa y desquiciadamente su dulce boquita, en la que el pintalabios rojo apenas se veía por la cara congestionada y llena de saliva de la inglesita, decidió jugarse la última carta que le quedaba por sacar:
    
    —¡Joder, dios, qué putita, me pasaría horas follándote tu boquita de buscona! Pero antes quiero que me escuches lo que te voy a decir: yo soy por naturaleza y siempre busco a putitas sumisas. Si quieres que esto vaya a más, tienes que prometer obedecerme en todo, pues de ahora en adelante mi polla será tu mundo. Te aseguro que no te arrepentiras si accedes y tu coñito estará más satisfecho que nunca. ¿Qué me dices? —pregunté, en parte para cerciorarme de que me estaba entiendo. —Mira, te lo pongo fácil. Tu sucia boquita no deja de tirar babas y me has manchado los zapatos. Quiero que me descalces y que me lamas los pies, que los huelas y que los adores como hace poco hacías con mi polla. Si lo haces bien, te regalaré una corrida de leche en la cara; si no, me iré y no volveré a verte. ¿Lo haces o no,putita?
    
    Cuando agachó la cabeza para mirarle a los pies supo que no sólo tendría éxito esta noche, sino que había conseguido a una perrita de una obediencia ciega. Ella desatendiendo su orden, empezó a besarle las zapatillas y a recorrer la suela con su lengua, a lo que pasó a descalzarle y devorarle los dedos y la planta, chupando y sorbiendo fuertemente ...
    ... con gran entusiasmo, como si verdaderamente fuera fetichista de pies. Eso sí que fue un acierto fortuito, pues cuando la ordenó esto no se imaginaba que estuviera con una persona que disfrutara tanto siendo follada por un par de pies sudados. Las vistas eran inmejorables: el bellezón inglés, con la cara zondando el suelo y con el culo tieso, estaba saboreando los dedos de sus pies, en un acto de pura sumisión, sin dejar de gemir extasiada. Se forzaba a sí misma a introducirse todos los dedos del pie hasta que no podía respirar y alternaba estos movimientos con suaves besitos de adoración.
    
    Después de un rato admirándose de su trabajo, le levantó la cabeza dirigiéndola hacia su polla, mientras la introducía y le aclaraba que me iba a correr dentro de su boca y que debia tratar de tragarse todo, o habría un castigo. Tras varios minutos de intensa y forzada mamada, se corrió abundantemente en su boca de putita, gozando de la presión que hacía con su lengua y sus labios, con la mala suerte de que al sacar su polla cayeron algunas gotas de semen sobre sus tetas y sobre el suelo. Emma se dio cuenta de las que cayeron en su pecho, a lo que comenzó a estirárselas para lograr meterselas con la boca y succionarlas, mirándome a los ojos en busca de aprobación. De nuevo le sorprendió lo guarra que podía llegar a ser, limpiándose ella misma las tetas con la boca como si fuera lo más normal del mundo Esa muestra de devoción le devolvió instantaneamente el calentón, pues sabía que ya no ...
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