1. Fiesta nacional


    Fecha: 17/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... balancea de izquierda a derecha mientras yo sigo con el dedo gordo frotándole su punto más sensible.
    
    Su orgasmo salvaje es incontenible, le sorprende y hace que se le escape unos gritos y gemidos que llaman la atención de los que nos rodean. Por suerte, instantes después explotan otros cohetes multicolores que desatan los gritos de los demás con lo que el desliz queda disimulado.
    
    Le dejo el dedo dentro lo que me permite sentir cada una de sus contracciones y como se genera un cálido flujo que me moja la mano y la entrepierna de ella.
    
    El espectáculo termina con un sonoro petardazo que da paso a que se enciendan las luces del entorno. La gente empieza a desfilar contenta y satisfecha. La pareja de nuestro lado se van con una sonrisa de oreja a oreja, tanto ella como él, aunque este resulta más extrovertido y me hace una señal con el puño cerrado y el pulgar extendido hacia arriba en señal de aprobación.
    
    Para Silvia y para mi han sido los fuegos artificiales más intensos y placenteros de nuestra vida. Mientras esperamos a que vengan nuestras respectivas parejas, le hago ver el bulto en mi pantalón y le avanzo que yo no me puedo ir a dormir así, a lo que responde con una mueca de la boca que me hace estremecer de gusto.
    
    Después de los quince minutos en autobús hasta llegar al aparcamiento y andar otros cinco minutos más llegamos donde dejamos nuestro coche. Ya es noche cerrada, estamos cansados y deseamos llegar pronto a casa pero todavía tenemos una hora por ...
    ... delante.
    
    Silvia dice que está muy cansada y prefiere ir detrás para poder echar un sueñecito. Mi esposa está más fresca y se ofrece a ir de copiloto pues el tema de conversación sobre los fuegos artificiales cree mantendrá a Raúl despierto y alerta, lo que es muy conveniente pues él es el conductor.
    
    Pronto el coche se pone en marcha, se apagan las luces interiores y colocamos cómodos cada cual en su sitio, Silvia y yo en los asientos posteriores. Disimuladamente Ha dejado entre nosotros una chaquetita fina de punto y el mantón de mi esposa que habíamos traído por si refrescaba por la noche.
    
    Son la cubierta ideal para que Silvia ponga la mano por debajo y busque mi paquete. Ha pasado un buen rato desde lo del parque pero todavía está morcillona y recibe con alegría el primer contacto. Amparada por la oscuridad y tapada por la chaqueta su mano hurga en mi pantalón que es muy amplio, hasta agarrarla con firmeza.
    
    Ella finge que ya duerme pero yo no puedo permanecer así, pues si Raúl se volviese encontraría mi polla al aire, así que me siento en el borde del asiento en la parte central mostrando interés por la conversación. Eso reduce su campo de visión hacia mi entrepierna y permite a Silvia sacármela fuera.
    
    A partir de ese momento llega mi justa compensación al gusto que le he dado durante los fuegos. Mi querida vecina dormita en una postura que le permite alcanzar con su mano mi polla y mis huevos. De vez en cuando intervengo en la conversación que mantiene mi esposa ...