1. Pati (Parte 1)


    Fecha: 26/11/2022, Categorías: Sexo Oral Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    ... admirar su bello e incomparable cuerpo, para después, voltearla para de nuevo mirar y admirar sus hermosas nalgas, esas que me han embrujado por tanto tiempo. Pero me daba temor a causa de mi inmenso deseo, el no durar un buen rato sin venirme, lo suficiente para que ella se me corriera mientras la miraba a los ojos y disfrutaba su momento de lujuria; por eso le quería brindar mi boca antes, ¡y por qué no… también después de que se me corriera!
    
    Nuestras conversaciones habían tomado tonos más altos, pues ella, con una gran estrategia, me invitaba a que yo también le compartiera mis experiencias sexuales. Lo comencé a hacer con gran tacto, escogiendo eróticos pero sutiles episodios, dejando en blanco partes fundamentales de los relatos, con el fin de hacerla preguntar e indagar, es decir, haciéndola descubrirse. Me esmeré en un área que como sabes, me había confesado era no solo inexplorada, sino rechazada por ella, el sexo oral, el que como te mencioné antes, me atreví a bautizar… “el Acto Sublime”!!!
    
    Una de esas tardes, descubrí que este era como nuestro quinto “viernes”, hablando y conversando. Caí en cuenta que nunca le había expresado mi enorme deseo por ella y lamenté que nunca la había besado. Conceptué que debía, mejor aún, que tenía que lanzar un ataque inmediato, atrapar mi presa, ante la que me había agazapado por varias semanas… y que debía devorármela, antes de que se me escapara. Hoy era el día y así, el momento del ataque llegó.
    
    Durante la conversación, ...
    ... en un momento inesperado me le acerqué y tomándola de la nuca, le estampé un cálido beso en sus labios, el que recibió con agrado; me tranquilicé, pues todavía ignoraba cual hubiera sido su reacción ante mi ataque. Ella abrió ligeramente la boca y por primera vez sentí su pasión, lo que me animó a seguir mi invasión. La besé por varios minutos y al recibir su lengua, constaté que no estaba oponiendo ninguna resistencia, por el contrario, se había acomodado en la silla para facilitar mi accionar. Con pericia, le desabotoné la blusa y el brasier, descubriendo sus bellas tetas; qué momento tan grande, pues descubrí esos grandes y oscuros pezones, con los que había soñado tantas veces mientras me masturbaba.
    
    Continué escarbando su boca con mi lengua y para mi fortuna, sentí una respiración cálida y excitada. Sentí también sus brazos abrazando mi torso, lo que me indicaba mi buen camino. Lancé una de mis manos hacia su bajo vientre, hacia su tan deseado coño y sentí con felicidad, que abría sus piernas, aceptando mi ataque. Con dificultad corrí hacia un lado su calzón, para detectar que estaba muy, pero muy empantanada; la acaricié con desespero y mirándola profundamente a los ojos, me llevé mis dedos a la boca, chupándolos con deleite, una, dos y tres veces.
    
    −Don Rafael… no haga eso −dijo.
    
    −¿Patica, quisieras explorar el sexo oral conmigo? Quiero comerte, te va a encantar −le dije−. Sé que lo rechazas, pero estoy dispuesto a guiarte.
    
    −Don Rafael… −contestó.
    
    −Sé que ...
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