Amor prohibido
Fecha: 27/11/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Tengo un amorío prohibido. Es un secreto incluso para aquellos más cercanos a mí, ni mi hermana, ni mis amigos más queridos. Nadie puede saberlo y no es para menos, es la pareja de una de mis amigas, una persona muy cercana a quien tengo mucho cariño e incluso admiro, jamás tuve intención alguna de hacer algo que resultase en un perjuicio para ella...Pero esto fue incontrolable. Podría defenderme diciendo que no lo busqué, que no quería que todo se desmadrase de la manera en que lo hizo, pero, ¿serviría de algo?
Conocí a mi amante en una fiesta. Mi amiga avisó de que traería a su novio, pues estaba de visita por la ciudad y no quería dejarlo solo un día completo solo por irse de fiesta. A todo el grupo le pareció bien, tenía buena fama porque trataba bien a esta chica y parecía un tío majo y centrado. Mi primera impresión fue que físicamente era un tío normalito, guapo de cara, pero su cuerpo era más grande de lo que estaba acostumbrada a percibir como atractivo, la voz era grave y agradable y tenía una mirada cálida. Hablando con él por primera vez me di cuenta de que era del tipo de persona que se toma la vida de forma muy tranquila y lo transmitía, no tardaba en calmar nervios e inquietudes con su forma de ver las cosas y sus pausas en un mundo que cada vez parece querer ir más rápido. Eso me pareció agradable. En la fiesta no era la típica lapa que se pega a su pareja y no la deja respirar, más bien parecía ir alternando entre los invitados, hablando un poco con ...
... todos. De vez en cuando alguno de ellos se acercaba al otro para ver cómo iba, pero nada pegajoso, se daban libertad. Entré de nuevo a hablar con él y una conversación sobre arte se convirtió en una sobre la vida y sobre cómo nos comunicamos con más que palabras, como apreciábamos que las personas que conociésemos tuviesen un punto de interés en sus vidas, algún hobby o pasión, especialmente si se trataba de alguna forma de arte. Tocamos ligeramente el tema del sexo. Ambos pensábamos igual sobre ello, es una forma de comunicación, con buen sexo podías conocer bien a la persona con la que estás, saber cosas de ella que no se expresan con palabras o cuesta más tiempo desarrollar. Casi te pueden leer la mente follando, esa era nuestra conclusión y no hubo muchos más comentarios al respecto, pero fue suficiente para que me llamase la atención y quedase en mi cultivada una semilla de curiosidad sobre las cosas que su piel y sus gestos tendrían para contar entre sábanas. Pasó el día e intenté negar que hubiese atracción no pegándome mucho a él o seguir hablándole, algo dentro de mi notaba que empezaba a atraerme con fuerza y no quería que se notase. Menuda vergüenza, el novio de una de mis amigas.
Pasaron unos días y pensaba en él. La semilla de la curiosidad fue creciendo hasta arraigar bien en mí y descubrirme llevando las manos entre mis piernas para acariciarme y jugar mientras fantaseaba con él, con cómo sería. Quise tomar contacto y me hice con su número a través de su propia ...