1. Mi vecina caliente


    Fecha: 09/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Todo comenzó el día en el que cumplí los 18 años. Antes de empezar, diré que mi nombre es Carlos, soy un chico normal, delgado, de pelo castaño. Vivo en un piso en un cuarto piso con mi madre, mis padres están divorciados. No tengo mucho que decir sobre mi casa salvo que la ventana de mi cuarto da directamente con la de la vecina de al lado. Es decir, desde mi ventana se puede ver su habitación y viceversa, esto es muy relevante para lo que os voy a contar a continuación.
    
    Ese día había salido de fiesta con mis amigos, yo cumplo los años en Mayo, por lo cual estábamos a las puertas del verano. Además, esa semana una fuerte ola de calor estaba azotando el país, lo cual acentuaba la sensación de que se acercaba el cambio de estación.
    
    Estaba solo en casa, mi madre es médico, por lo que no suele estar en casa. A mí no me importa porque me gusta estar a mis anchas, además, le suele decir a mi vecina que pase a verme. Sí, la misma vecina de la ventana.
    
    ¿Qué os puedo decir de ella? Es mi amor platónico desde que se mudo aquí hace unos años. Se llama Mónica. Es joven, creo que no tiene más de 25 años, tiene un trabajo desde casa, tipo ilustradora o programadora, la verdad es que nunca le he preguntado. Es increíblemente simpática y siempre ha sido amable conmigo. Además, ¿Para qué negarlo? Está buenísima. Es delgada pero sin parecer un insecto palo y tiene un culo… Es perfecto, tan redondito que parece un melocotón, y por si no fuera suficiente, no es plana, al contrario, ...
    ... está muy bien dotada. Además tiene unos ojazos castaños que te miran como si supieran algo que tu no y una cabellera caoba que le cae por la espalda. En resumen, ha sido mi mito erótico y la protagonista de muchas de mis pajas y sueños húmedos, sobre todo desde el día que la vi tendiendo la ropa con una camiseta ajustada de tirantes y sin sujetador, esos pezones marcados se me grabaron a fuego en la mente.
    
    Admito que el tema de que pueda ver su habitación siempre me ha dado un morbo tremendo y a veces he intentado espiar para ver si pillaba un vistazo de su ropa interior o incluso de ella vistiéndose.
    
    El caso es que había vuelto de fiesta de madrugada, no había nadie en casa, y me dirigí a mi habitación para dormir la mona. Mientras me estaba quitando la camiseta me giró y veo a mi vecina mirando alrededor, quizás un poco somnolienta, sentada en su cama. Me dio tal susto que me escape hacia el baño. Decidí hacer pis mientras me calmaba, me palpitaba el corazón y la cabeza me daba vueltas. No os voy a mentir, la verdad es que había bebido mucho aquella noche. Desee con todo mi corazón que Mónica no me hubiera visto salir corriendo pero entonces se iluminó la pantalla de mi móvil. Era ella.
    
    - Oye, ¿Acabas de llegar a tu casa no?- Me preguntó.
    
    - Sí ¿Por?
    
    Obviamente no escribíamos tan correctamente en Whatsapp pero he transcrito la conversación sin faltas de ortográfica para añadir claridad. Aún no se cómo pudo entenderme con los mensajes confusos de borracho que le ...
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