1. Sometida ante el deseo


    Fecha: 12/12/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: maj, Fuente: CuentoRelatos

    Soy Irma Jecos, una mujer independiente, persistente y luchadora, criada en casa con mis padres y un par de hermanos, una educación buena, con gran formación en valores, unión familiar y encaminada siempre en obrar de manera correcta. Cuando empecé a crecer mi esencia permanecía, siempre fui de bajo perfil, poco atrevida y con reservas de los temas sexuales. Mi primera experiencia sexual fue a los 18 años, ¡cuánto dolor!
    
    Fue doloroso, Steven estaba bien dotado, luego me acomodé a él y me empezó a gustar, me fue gustando más y más hasta que sin darme cuenta me convertí en una fan del placer.
    
    Tuve algunas aventuras, algunos amores, conocí personas que marcaron mi vida y dejaron huellas imborrables. 6 años después en busca de reparación para mi computador, buscando un buen técnico, apareció Lean Mazún, hombre de carácter imponente, corazón limpio y mente sucia, tenía su propio negocio de reparación, lugar que más adelante se convertiría en nuestra guarida de amor.
    
    Recuerdo ese primer día, mientras el revisaba para encontrar el problema yo lo observaba, no sé porque pero mis ojos se fueron directo a su boca, le miraba los labios y sin darme cuenta mi imaginación voló, me lo imagine haciéndome maravillas con esa boca, esos labios rosados. Dios mío, como me despertó el morbo, se pasmo mi imaginación cuando me hablo para decirme que el computador debía ser formateado, que debía dejarlo y volver a retirarlo el día siguiente, si el supiera que justo en ese momento solo ...
    ... pensé; BINGO!!! Volveré. Hicimos intercambio de números y me retire con su imagen en la mente, me preguntaba una y otra vez como ser sentiría su boca en mí cuerpo.
    
    Al día siguiente fui a retirar mi dispositivo, habían otras personas en turno, así que tuve que esperar, me senté en un mueble mientras mi mente volvía a jugarme sucio, me puse nerviosa, empecé a mover mis manos con ansiedad y me tocaba el cuello intentado disimular, como olvidar ese tic nervioso de tocarme el cabello, recogerlo y soltarlo una y otras ves de manera secuencial, lo que no imaginaba es que él se estaba fijando en cada detalle y gestos que yo hacía. Pasados 15 minutos que para mí fueron una eternidad, me entrego mi dispositivo, me sonrió, pagué y me fui. Esa tarde me escribió: -Hola, soy yo Lean el de los computadores.
    
    A lo que respondí: - Ey! Hola, probé el dispositivo y funciona perfecto, gracias.
    
    Me respondió con un guiño y seguido me dijo: -Note que estabas algo nerviosa.
    
    Yo, diciéndole a mi yo interior hazte la loca respondí: -Yo? ¿Y por qué piensas eso?
    
    El: - No pude evitar ver los ademanes de tu mano y el juego con tu pelo, eso solo lo hace una mujer cuando siente nervios.
    
    No sabía que decir, si decía lo que pensaba quedaría como una mujer fácil, pero si no decía quizás perdería la posibilidad de saber que pensaba el, porque era obvio que también me observaba, ¿de qué otra manera pudo notar mis gestos de nerviosismo morboso por él? Pues sí, él también me miraba, a él también le ...
«1234»