1. Silvia


    Fecha: 12/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En aquel momento fue un shock, pero un par de años después, me alegro mucho de que aquel fin de semana de diciembre mi hija y yo pasásemos unos días realmente especiales. De todo lo que ocurrió, solo puedo decir que las dos salimos ganando.
    
    Hace un año que, fruto del aburrimiento, empecé a escribir algún que otro relato erótico con varios seudónimos, y confieso que me dio mucho morbo publicarlo, me excitaba muchísimo leer los comentarios de los lectores. Todo lo que escribía tenía cierto punto autobiográfico, pero al final, me he dado cuenta de que no podía engañarme a mí misma, la historia que realmente quería contar era la de aquel loco fin de semana en que mi vida cambió para siempre.
    
    Pongamos que me llamo Maribel y mi hija Silvia. Yo tenía cuarenta y ocho cuando esto ocurrió y ella veintinueve. Sí, la tuve muy joven. Mi marido estudiaba arquitectura y yo una filología y un jueves loco mis curvas fueron demasiado para aquel jovencito de clase alta que llevaba meses sin descargar, la marcha atrás es lo que tiene. Nos casamos enseguida, sus padres tardaron más de diez años en dirigirme la palabra.
    
    No he hecho nada desde entonces, dejé la universidad y me dediqué a cuidar de mi hija y de mi marido mientras este multiplicaba por diez la fortuna familiar. Si, ya sé, cualquier feminista se desmayaría solo de pensarlo. Pues... no sé, yo no soy creyente, es decir, no creo que vaya a obtener ningún premio en otra vida a base de sacrificio.
    
    Viernes.
    
    Nada hubiese sido ...
    ... igual si aquel fin de semana no hubiese hecho aquel frío atroz, con nevada incluida, que no invitaba a nada más que a quedarse en casa y no salir ni a tirar la basura. Mi marido, mi yerno y mi nieto se fueron a Canarias el viernes a mediodía para ver un partido de baloncesto. Había un largo puente del día de la constitución y no volverían hasta el martes. Tenían planeadas varias actividades, aparte del baloncesto. Silvia llegó a mi casa tras dejarlos en el aeropuerto a eso de las cinco.
    
    -Maribel. Pasa, ¿qué tal?
    
    -Silvia. Bueno, lo llevo lo mejor que puedo. Es la primera vez que me separo de mí pequeño.
    
    -M. Venga, si tiene ya ocho años.
    
    -S. Si ya lo sé, pero aun así. Tendremos que hacer algo para que estos días no se nos hagan eternos.
    
    -M. ¿Tú te has portado bien?
    
    -S. Llevo a sopa toda la semana.
    
    -M. Yo también, o sea que nos lo hemos ganado.
    
    -S. ¿Mami, pero tú crees que esto es sano?
    
    -Maribel. Pues claro que no lo es, ¿pero cuanto hace que no lo hacemos? Por lo menos dos años. Además, dime tu que otro capricho nos damos. Si nos pasamos el día sumando calorías.
    
    -S. Vale mamá, pero hoy cenamos algo ligerito.
    
    -M. Pues claro, ahí está la gracia, si no estuviésemos muertas de hambre no disfrutaríamos del banquete.
    
    -S. Está empezando a nevar, por cierto. Acércate a la ventana.
    
    -M. No me digas, no me había dado cuenta, vamos al salón grande, desde allí se ve mejor.
    
    -S. ¿Había nevado antes desde que os mudasteis aquí? Es el mejor día del año ...
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