Silvia
Fecha: 12/12/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que le encanta que lleve la marca del bikini. Le pone que esté bien morena pero el pecho y el coño blanquitos.
-S. Caray con papá, ¿y a ti no te importa?
-M. Silvia, tu padre es guapo y joven todavía, y encima rico. Cuantas mujeres crees que se le acercan cada semana dispuestas a ocupar mi sitio. Yo tengo que jugar mis cartas para mantenerlo a mi lado.
-S. Mami, papa está contigo por amor no por tu cuerpo y nunca se separaría de ti.
-M. Hija, vas para los treinta, espabila, las cosas no funcionan así. Lo del amor está bien, es muy bonito, pero el mundo lo mueven culos como el tuyo y el mío.
Nuestra conversación era medio en broma medio en serio y Silvia se reía con mis ocurrencias. Éramos tan similares físicamente pero tan distintas en todo lo demás. Pasamos de los rayos uva y volvimos a la cocina para sentarnos en el sofá y tomar un licor, que al final fueron varios. Yo seguía empeñada en que el sexo movía el mundo y mi hija apostaba por el amor.
-M. Silvia, tienes razón, el amor es muy importante pero la belleza y el morbo de un bonito cuerpo desnudo arrasa con todo. ¿Quieres que te cuente un secreto?
-S. Haber... mamá, tú con tal de tener razón.
-M. Es la primera vez que comento esto con alguien y me da mucha vergüenza. ¿Te puedes creer que hace un par de años acompañé a tu tía a la costurera esa en la que se hace algún vestido...? Hija, te vas a caer del sofá del susto. Solo te pido que no me juzgues, pero o yo soy una pervertida y solo me ...
... ocurre a mi o…
-S. (con los ojos abiertos de par en par) Me estás asustando. Pero me puede la curiosidad.
-M. Pues... que me excité muchísimo al ver a tu tía medio desnuda mientras aquella mujer la vestía y desvestía. La costurera es una chica jovencita, rubia, de Bulgaria me parece.
-S. ¿Pero te excito la tía o la costurera?
-M. Supongo que las dos, solo a tu tía se le ocurre ir a probar con un tanga que no pesaba ni veinte gramos y la chica llevaba unas mallas que le marcaban muchísimo la vulva. El vestido era muy ceñido y de raso, cada vez que se lo ponía hacía un ruido al rozar su piel que...
-S. ¿Pero a ti te gustan las mujeres o fue solo aquel día?
-M. Silvia, las mujeres nos gustan a todas y yo siempre he tenido curiosidad por saber lo que se siente con una. Lo que no es normal es que me pusiese así viendo a mi hermana.
-S. (recuperando la sonrisa) Joder mamá, menudo cuadro. No me asusto, la mente humana es así de enrevesada, hasta lo encuentro curioso e interesante pero no todas somos lesbianas.
-M. Yo no he dicho eso. Digo que al contrario que a los hombres, a nosotras no nos molesta ver a otra persona de nuestro sexo desnuda o incluso fantasear con acostarnos con ella. Y a la mayor parte incluso nos gusta incluso.
Mi hija me miró con una sonrisa que leí al instante.
-M. No, tranquila, se lo que estás pensando. Nunca me he acostado con otra mujer.
-S. ¿Y cómo acabó lo de la tía?
-M. ¡Te lo estás pasando en grande eh! No sé si ...