1. Un clavo saca otro clavo


    Fecha: 13/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... patada.
    
    Aunque lo dijo en serio, no pude evitar reírme. Nicole había hecho aquello y él solo podía pensar en sexo. ¡Hombres! Lo pensé yo, que era una pajera con patas y amaba el sexo, pero aquello me pareció demasiado.
    
    Poco a poco dejé de reír y me puse seria. Me preocupaba que se reconciliase con Nicole, pues si bien en ese momento hablaba su enfado, su frustración y su envidia; nada de eso quedaría cuando la otra le hiciese ojitos y prometiese cambiar. No quería que la perdonase, y en ese momento lo atribuí a que era mi amigo y me preocupaba por él.
    
    Le expliqué porque pensaba que Nicole no le convenía, y él se dispuso a contradecirme cuando empezó a vibrar el móvil. Ambos vimos la notificación entrante de la chica en cuestión.
    
    — Quiere hablar –murmuró para sí, leyendo los mensajes-. Dice que lo siente mucho.
    
    — Lo que yo decía. Hazme caso… -al ver que mis palabras no surtían efecto, añadí:-. Al menos hazla sufrir un poco. Dale tiempo para que piense y se arrepienta, por favor.
    
    Titubeó unos segundos, pero acabó dándome la razón. Le agarré el móvil con suavidad y lo puse en modo avión.
    
    — ¿Vamos a hacer la cena? –pregunté. Habitualmente suelo hacerla yo, más que nada porque aunque nos vayamos turnando él siempre termina haciendo lo mismo. Pensé que entreteniéndose haciendo algo no pensaría en la guarra esa.
    
    — ¿Me prometes que no hablarás con ella hasta mañana? Ni leas sus mensajes. Déjala en visto.
    
    — Lo intentaré… -aceptó en tono ...
    ... cansino.
    
    ***
    
    Entre los dos fuimos haciendo una cena que rozaba el picoteo. Debido a su reciente disgusto, procuré que se alimentase bien, aunque no le apeteciese. Era evidente que no iba a poder conciliar el sueño, aún así ambos teníamos que trabajar mañana y estaba agotada. Si bien me despedí al tiempo que le pedía que no tardase mucho en acostarse, se me pasó por la cabeza proponerle dormir juntos, aunque por vergüenza o por miedo a un posible rechazo no llegué a hacerlo. Verlo tan decaído hizo en mí algo automático acurrucar su cabeza entre mis tetas al abrazarlo, algo que fue totalmente ``accidental y desintencionado´´.
    
    Irónico. ¿No? Viéndolo en retrospectiva me siento estúpida. ¿Qué tiene de malo que una amiga duerma con su compañero de piso? Pero pese a lo confiada y directa que era con otras personas, con él me sentía más bien distante y tímida. No me nacía abrazarlo, al menos no de manera natural… Y no era porque me faltasen ganas. La situación con mi familia era complicada, y considerar a Pablo lo más parecida a una me habría hecho disfrutar de esa cercanía que no me atreví a buscar.
    
    Logré alcanzar el sueño con relativa facilidad, desvelándome de madrugada. Ni me molesté en mirar el reloj, pues conocía la sensación y sabía que era pronto. Dirigiéndome hacia el baño vi de refilón la luz del cuarto de mi amigo encendida. Piqué a su puerta y le consulté, logrando que me confesase que no podía dormir y que se imaginaba a su novia teniendo sexo con el otro. Se me ocurrió la ...
«1...345...31»