Un clavo saca otro clavo
Fecha: 13/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... brillante idea de animarle a escribir sobre el tema, quizá así se desahogaría… Fui al lavabo, oriné y volví a la cama quedándome dormida de nuevo.
Volví a despertarme de madrugada y esta vez necesité picotear algo, un par de mordisquitos para poder volver a conciliar el sueño. Por lo que yendo hacia la cocina le descubrí aún levantado, aunque esa vez no le interrumpí, pasando por frente a su puerta y escuchando el furioso tecleo que anunciaba una historia a gritos. Reconozco haber deseado entrar y saber que era lo que escribía, aunque en ese momento me limité a maldecir por estar despierta y volví a la cama.
A las seis de la mañana me desperté y piqué a su puerta para ver como estaba. Seguía escribiendo y me informó de que iba a ir al médico porque no se encontraba demasiado bien. En resumen, significaba que iba a coger la baja y ahorrarse unos cuantos días de trabajo, lo que a mí me preocupó al instante. Dependía de él para pagar la mitad del alquiler, y si fallaba él nos quedaríamos sin comer, eso siendo muy positiva.
Aún así, de buena fui tonta, y le pedí que se tomase un día de descanso antes de retomar su trabajo. Un día tampoco nos iba a hacer mucha diferencia…
Me fui a la perfumería a hacer el turno doblado y para las siete de la tarde ya estaba de vuelta en casa.
*** Lunes ***
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Si bien durante mi horario laboral no puedo disponer del móvil, es obvio que no supe de Pablo hasta que llegué a la casa por la tarde. Cuando entré en su ...
... cuarto apestaba a cierto olor que me hizo sentir un cosquilleo en la nariz y en los pulmones, una fragancia que conocía muy bien por los hombres que había traído a casa.
Me di cuenta que la ventana estaba cerrada y reinaba la oscuridad, por eso y al no estar ventilada, no me sorprendió haberlo notado . No se había despertado por mi intromisión, así que lo zarandeé con lentitud y le pregunté que tal había dormido. Ante su respuesta, le pregunté si el día siguiente iría a trabajar.
— Si estoy más de tres días de baja me pagarán el sesenta y cinco por ciento… -argumentó.
— Sí, y luego buscarán como locos la manera de cancelarte el contrato –le recordé. En su trabajo estaban contentos con él, no quería arriesgar esa estabilidad. Y sí, fue por puro egoísmo.
— No me veo capaz de dormir bien… Tengo pesadillas, estoy durmiendo fatal –al oír eso, suspiré.
Preguntarle por Nicole fue una tontería. Habían hablado, cómo no. Aseguraba estar muy arrepentida y que se le había ido la cabeza, hecho que escuché de Pablo apretando los dientes y contando hasta diez. Le volví a repetir que no le convenía, y me dijo de repente:
— ¿Sabes lo peor? Que no puedo dejar de pensar en… -Se interrumpió, y de varias maneras distintas le animé a contarme, aunque se cerró y opté por ignorarlo. A pesar de eso, estaba segura de por donde iban los tiros.
— ¿Me dejas ver lo que has escrito? –inquirí con manifiesta interés señalando con la mirada el portátil.
— ¿Seguro que quieres leerlo? ...