La fantasía compartida...
Fecha: 16/12/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... Sonia y él veían películas de sexo con regularidad, preludio de sus encuentros, y que, cuando él llegaba con una nueva cinta, creía que ya Sonia suponía sus intenciones. Pero que, desde hace un tiempo, un amigo común, bastante atractivo, y que él creía que quería acostarse con Sonia, había coincidido, no sabe él si por casualidad, con el mismo hobby. Y que, un sábado en la tarde, pasó a visitarles, llevando a la mano unas películas de estas, y que Sonia había reparado en ello y había manifestado, con toda naturalidad, la posibilidad de verlas juntos, como si nada.
Me confesó que a él, particularmente, la actitud de Sonia le había parecido sospechosa y cómplice con su amigo y que, a regañadientes, mostrándose adulto y de mente abierta, lo había aprobado, así que terminaron viendo juntos las famosas películas. La temática eran los tríos, lo cual lo puso alerta y que su amigo, gastando bromas y mostrándose aparentemente desinteresado, les preguntaba a los dos si aquello les llamaba la atención. Sonia respondía que no había tenido ese tipo de experiencias y que, en ese momento, no sabía que responder. Y que Iván, respaldándola, respondía lo mismo. Su amigo, en consecuencia, preguntaba, pero ¿les llama la atención? Y Sonia, sin reparos, dijo, a mi sí.
Iván me contó que se sonrojó y se puso algo incómodo, pero que aparentó no darle trascendencia. Y, una vez ido su amigo, la curiosidad le siguió taladrando el cerebro, tanto, que no perdió la oportunidad para preguntarle a ...
... Sonia si de verdad aquellas experiencias le llamaban la atención. Y ella, desparpajada, como aparentaba ser ante los demás, le dijo que por qué no, si otros lo hacen debe ser algo normal ¿no te parece? Pues, si, había dicho él y habían seguido en las rutinas de su hogar, como si nada, pero que a partir de ese día el tema de ver películas ya no le parecía tan atractivo como antes y que, la posibilidad de llevar a la práctica tales escenas, en vivo y en directo, le excitaban.
Que su desinterés por el programa de ver películas con Sonia había sido evidente y que ella, percibiéndolo, le había preguntado el por qué. Y que él le había dicho que no sabía cómo explicarlo, pero que a partir del día que su amigo había estado con ellos viendo películas, y viendo él cómo aquel la veía a ella y cómo ella lo veía a él, su cabeza no dejaba de dar vueltas sobre si, de verdad, ella quería darse la oportunidad de llevar a la práctica lo que habían visto en esas películas. Y que ella le había dicho que el hecho de ver esas películas por tantos años y de compartir ahora, con otro, ese mismo gusto, para nada cambiaba el tono de su relación, que ella seguía queriéndolo igual y que por eso extrañaba que ya no hubieran vuelto a ver películas juntos.
Bueno, dijo él, pero si Gustavo, que era el nombre de su amigo, nos propusiera, otra vez, venirse a ver las películas con nosotros, y quisiera algo más, ¿tú lo permitirías? No lo sé, le había respondido. Ciertamente tenemos confianza con él, me parece ...