1. Con mi jefa de carrera (Parte 2)


    Fecha: 22/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Luna_demiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... había visto. Lo movía en círculos, presionaba, lo quitaba. Ella gemía y se movía. Que delicia verla así. Podía ver sus fluidos salir de su vagina
    
    -Basta, basta… por favor. Vamos con el otro. Uf… ¿Sabes para qué es?
    
    -Realmente no. O sea, imagino que se introduce.
    
    -Sí, pero ¿sabes dónde?
    
    -¿En la vagina?
    
    -No. Para este se necesita lubricante. Dame el rojo que está en el cajón.
    
    Mientras yo buscaba, se dio vuelta, se puso en cuatro. Bajó su cabeza hasta poner la cara en el colchón y levanto el culo dejando una hermosa imagen de su vulva y su ano. Instintivamente, me quería tirar de cabeza a comer todo ese culo delicioso que me tenía hechizado. Me hizo entrega del consolador anal. Ahí estaba yo, mirando como imbécil con una mano agarrando el consolador y la otra el aceite, en vez de tirarme sobre ella y comérmela entera. Abrí el frasco y vertí unas gotas directamente en su culo. Tomé el consolador y rocé su ano para esparcir el líquido. Estaba tan nervioso como excitado. Ella respiraba profundo y se le escapaba uno que otro quejido.
    
    Pase mis dedos por la zona e intenté meter uno. Entró con tanta facilidad que me asombró. Tomé el consolador y comencé a ver cómo, lentamente, iba desapareciendo dentro de su culo mientras ella gemía suavemente. Comencé a sacar el aparato de forma lenta. Su cara me traía loco. Lo metí con fuerza, pero hasta la mitad. Ella soltaba largos quejidos que me sobreexcitaban. Lo saqué lento. Podía ver su ano dilatado. No me resistí y ...
    ... pasé mi lengua. Eso la sorprendió y calentó, pues veía como corrían sus fluidos desde su vagina. Volví a meter el consolador pero está vez, con fuerza lo metí hasta el final dejándolo ahí y moviéndolo en círculos. Dio un grito que me dejó loco. Comencé a meter y a sacar con fuerza y rapidez el consolador. Ella gritaba como loca. Comenzó a tocar su clítoris mientras yo la penetraba cada vez más fuerte. Quería que ese aparato se perdiera en su culo.
    
    -¡Para! ¡Para porfa!
    
    -¿Te lastimé?
    
    -No… ah… ah…
    
    Hablábamos entre jadeos. Se incorporó, me besó desesperadamente y me dijo:
    
    -Necesito… Uf… Necesito que seas tú el que me penetra por el culo.
    
    Mierda, nunca antes lo hice. O sea, claro que lo intentaba pero casi siempre me decían que no. Con la única que lo intenté fue con mi ex pero le dolió y no continuamos. Necesitaba saber si era verdad todo esto que estaba pasando. Me acomodé detrás de ella, tomé sus deliciosas caderas y acomodé mi pene. Comencé a meterlo despacio, lento. Ella gemía suave y largo. Lo saqué despacio. Estaba disfrutando de esa vista maravillosa que era ver mi pene desaparecer dentro de su culo. De a poco fui acelerando el ritmo. No se imaginan cuanto disfrute de esa maravilla. La agarré del pelo y comencé a penetrar rápido, fuerte. Ella gritaba y agarraba las sábanas aferrándose.
    
    Yo le daba nalgadas que resonaban en la habitación. Mi mano quedaba marcada en su tratero. Yo estaba en éxtasis. Le pedí que llamada a alguien y que se comportara como lo ...
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