1. Yuko, una noche en el pub.


    Fecha: 29/01/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Nos terminamos el improvisado cubata entre risas y miradas cómplices, cada vez más cerca el uno del otro. Pedí otro. A mi el vodka apenas me afectaba, pero ví que a Yuko se le subía bastante rápido. Era mi oportunidad, si tenía que esperar a tenerla bien pedo para cumplir mi fantasía de adolescente, lo haría. Había soñado muchas noches con este momento.
    
    Varios minutos más tarde ella se lanzó. Unos besos tontos, torpes, con el sabor dulce del vodka. Unas caricias atrevidas, fundiendo nuestras pieles en un abrazo. No tardé en cargarla sobre mi como si fuese una mochila y caminé rápido entre los vejestorios hacia el baño. Por fin.
    
    Cerré la puerta empujándola con su espalda mientras ella se quitaba la chaqueta y la dejaba caer. En ese momento a ninguno nos importaba nada. Subí su camiseta a la vez que ella desabrochaba mi camisa y besaba mi cuello. Acaricie su abdomen, que ardía de pasión y fui a besarla.
    
    Ella me empujó contra la pared como pudo, para estar borracha (o yo creía que lo estaba) era bastante consciente de la situación. Se desprendió de su camiseta y pude observar, atontado, el volumen de su pecho. Mi visión era mejor que en todas mis fantasías.
    
    Antes de poder reaccionar, me dió una patada en el pecho y me miró.- Vas a ser bueno… -su tono era más sexy que la propia situación.- y no vas a moverte de ahí. -A continuación se bajó el tanga y me lo tiró encima y se acercó, decidida a cumplir una de mis fantasías más ocultas.
    
    Metío mi cabeza bajo su falda ...
    ... y se sentó en mi cara, para que yo hiciese el resto. Sabía lo que tenía que hacer y no dudé en agarrar con firmeza sus nalgas y pasar la lengua con fuerza de arriba a abajo, cumpliendo su petición.
    
    Me agarró con fuerza del pelo y movió mi cabeza buscando el máximo placer que le pudiese otorgar mi boca. No pude hacer más que complacerla y mover mi lengua tan fuerte como me fuese posible. Bastaron unos simples minutos para que se corriese en mi boca, llenándome toda la cara con sus flujos.
    
    No satisfecha con ello, me cogió del cuello y me arrastró hasta el váter.- Siéntate.- Me trató como un perro, pero no puedo negar que me encantase la situación. Subió mis manos y yo, intuyendo lo que me esperaba, las dejé quietas, mirándola con la cara llena de su corrida y con una mirada de deseo que intuyo, sería increíble.
    
    Embelesado en la situación, me quitó de un tirón el cinturón
    
    y enrolló mis muñecas al tubo de la cisterna hasta que no pude mover los brazos. Solo pude proferir un gruñido de frustración por no poder tocar su piel, ya totalmente expuesta bajo su falda y su sujetador de encaje negro.
    
    Empezó a disfrutar de mi cuerpo, besando y mordiendo mi piel, bajando, arrodillándose delante de mí. No me creía que fuese a pasar lo que yo creía. Pero pasó. Mientras pensaba en todo esto ella ya me quito la ropa (salvo la camisa, por motivos obvios) y vió que la tenía bastante dura, pero al parecer no lo suficiente para su gusto. Se la metió en la boca y jugó con ella y su ...
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