1. Camila y su preocupación


    Fecha: 19/06/2018, Categorías: No Consentido Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... círculos lenta y disimuladamente alrededor de su palo desde Hurlingham hasta Chacarita, pero esta vez no solo fue eso sino que recorrió con sus manos mis piernas y al bajarse me dijo hasta mañana. Todo el día estuve pensando en él y a la noche recordando su perfume y sus roces me masturbé teniendo un orgasmo como hacía mucho tiempo que no tenía.
    
    Decidí ir por más, por lo que al día siguiente, en lugar de viajar con pantalón me puse pollera. Inicialmente, como venía ocurriendo desde que nos vimos, apoyó su pija contra mi cola, ese día tardó un poco más de lo habitual porque había un pendejo que no paraba de sobarme el culo con una mano que parecía dormida. Cuando logro ocupar el lugar adecuado me la hizo sentir y yo apreté mi culo contra su pelvis. A los pocos minutos comenzó a tocar disimuladamente mis caderas y ahí se dio cuenta de que ese día yo llevaba pollera en lugar de pantalones. Sentí como su verga pegó un salto y como su mano derecha recorría la parte superior de mi pierna y me apretaba, por debajo de la pollera, el glúteo derecho. Sentí como esa mano recorrió todo mi glúteo y luego fue hacia adelante para tratar de tocar mi concha. Coloqué delante de mi cuerpo la cartera, para que no se diese cuenta el señor que estaba sentado y disfrute de sus dedos acariciando, por sobre mi bombachita, mi húmeda cuevita. Sin lugar a dudas se dio cuenta de lo mojada que estaba, porque corriendo mi bombachita trato de llegar a mi conchita con sus dedos. Fue en ese momento en ...
    ... que tuve un atisbo de lo que estaba por pasar y apreté sus dedos con mi cartera, al tiempo que le pise, con uno de mis tacos el pie izquierdo. Él contuvo un grito y yo dándome vueltas le pedí disculpas y me corrí para que dejase de apoyarme. Creo que entendió porque no volvió a colocar su mano aunque su pija se volvió a apretar contra mi culo.
    
    Bajó el señor que estaba sentado en el asiento que se encontraba delante mío, por lo que yo me senté y él ocupo mi lugar, pero solo por una estación pues en Villa del Parque se desocupó el asiento que estaba a mi lado y se sentó él, no habíamos llegado a La Paternal cuando abrió su portafolio, tomó una hoja y escribió su mail y su teléfono y me lo pasó diciéndome a las 21 estaré en casa.
    
    Esa noche a las 9 lo llamé y le pregunté si tenía Messenger, cuando me dijo que sí, le dije que le escribiría por ahí y le corte. Al hacerlo me di cuenta que no le había dicho quién era, pero supuse que se habría dado cuenta, conecté el Messenger y comencé a escribir. Me presenté como Camila, la chica del tren y ahí empezamos a intercambiar escritos, hasta que me preguntó si tenía Skype, recordando los ratos agradables que pasé con mi novio de esa forma, le dije que sí y me pidió que me conectase. Cuando estuvimos conectados de esa forma, la conversación se tornó más fluida y fuimos conociéndonos. Así supe que tenía 43 años que era contador y que se llamaba Nicolás. Me pidió disculpas por lo acontecido durante la mañana y me dijo que se debió a que ...
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