Cacería de casadas (1): La espiritual
Fecha: 07/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Juan m 8722, Fuente: CuentoRelatos
El relato que voy a describir es un hecho real de algunos amoríos, affaires o simplemente sexo que he tenido a lo largo del tiempo. Donde me he dedicado a conocer gente por distintas plataformas así sea grupos de solas y solos, aplicaciones de citas o páginas en Internet.
En una breve descripción mi nombre es Juan, tengo 35 años, pelo corto castaño. Soy flaco, peso 65 kg y de una altura de 1,70 metros. Una persona súper normal.
Una noche luego de subir una foto a un grupo de Facebook con el fin de hacer amistades. Me contacté con una chica llamada Yohana. Entre Comentarios, mensajes y risas en ese mundo digital logré que Yohana me pase su Whatsapp.
Obviamente y como era de esperar estaba en pareja. Tenía 2 hijos, vivía en una zona baja de la ciudad. Yohana era una mujer muy sensual 1,70 de altura, pechos medianos (95 cm), cintura muy marcada. Tenía un poquito de panza, pero le quedaba súper sexi. Pelo largo tirando a negro. Una cola grande y bien parada. Con una edad de 34 años, mamá de dos niños de 3 y 8 años. En pareja con el padre de sus hijos desde hace varios años siendo este uno de sus pocos amores. Este no le brindaba mucho interés ni tiempo. Ella decía con gran dolor que para él estaba primero su trabajo y su auto. Actitudes como esta hicieron que ella se agotara de sobremanera al no sentirse amada ni valorada.
Luego de obtener su Whatsapp y con el paso de los días comencé una charla con el fin de conocer sus gustos y saber de ella. Pude recabar datos ...
... como: su situación económica, la cual no era la mejor, ya que no trabajaba pero si estudiaba. Se jactaba de tener una moral muy alta y ser una mujer de fe. Dotada de altísimos discursos de moral y códigos extremos de valores. Yohana era una concurrente de alta frecuencia a una iglesia local. Recuerdo la tarde precisa en que todo comenzó a tener un tinte más sexual y caliente entre nosotros.
—Hola ¿cómo estás? ¿Qué andas haciendo? —Preguntaba mi mensaje,
—Hola Juan, estoy estudiando. Trato de concentrarme y no puedo. Pensaba en vos —me responde.
Aproveché y le mandé una foto mía en bóxer el cual estaba a punto de reventar debido a la terrible erección generada por mi pene. En la cual se podía apreciar una gran carpa.
—¡Guau! ahora sí, me distraje del todo ¡quiero ver más de eso! —Responde.
Obvio que lo que siguió fueron unas fotos muy sexis dónde dejó verse con una ropa interior negra como lo más leve. Una tanga muy diminuta que calzaba en su potente culo y un corpiño con transparencias. Para terminar regalándome unas fotos de sus hermosos senos los cuales tenían unas gigantescas areolas. Cuestión que me ponía la verga muy tiesa.
Los días siguieron y esta situación no se volvió a repetir, ya que ella se excusaba diciendo que no hacía esas cosas, que iba a la iglesia, que no estaba bien y cosas similares. Nuestras charlas siguieron hasta que un jueves en la noche le digo:
—La verdad que la foto de tus pechos que me mandaste hace unos días no me deja dormir. ¡Me ...