1. Cacería de casadas (1): La espiritual


    Fecha: 07/02/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Juan m 8722, Fuente: CuentoRelatos

    ... pone al palo! —Adjuntando una foto de mi pene completamente erecto, bien cabezón y de más de 22 cm de largo.
    
    —¡Vos me haces tentar! logras cosas que nunca hice. —Fue su respuesta.
    
    La noche siguió con varias fotos y está vez videos. Donde me mostraba todo lo humanamente posible. Desde un vídeo bajándose el pantalón para mostrarme que bombacha tenía puesta en ese culito redondo hasta levantarse la remera para dejarme ver esos pezones marrones que tanto me calentaban.
    
    Sus gigantescas areolas tenían unos granitos cerca del pezón condición que se da luego de haber amamantado. Estos granitos generan una secreción muy mínima la cual tiene un determinado aroma. Son los que ayudan al bebé a reconocer dónde está el pezón para poder alimentarse.
    
    Ya se había dejado morder las ubres por sus dos hijos ahora se las iba a masticar yo.
    
    Esa misma noche le propuse venir al taller donde trabajo para conocernos. Así esto dejaba de ser una relación virtual para ser algo más físico y placentero para ambos.
    
    Quedamos en que el sábado a las 11 am ella iba a pasar por el taller para conocernos y almorzar juntos. En ese horario y sobre todo los sábados no había gente realizando actividades como los días de semana.
    
    Llegó la hora 11:10 y ella estaba en la puerta. Muy bella. Traía puesto una remera con encaje y transparencias en los hombros. Un corpiño que la hacía muy tetona y un pantalón engomado negro que al verlo caías en tentación de manosearle bien el culo.
    
    Nos sentamos en ...
    ... el comedor. Le sirvo un café para ir tomando algo mientras hablábamos un rato. Hasta que le digo:
    
    —¿Sabés que tengo muchas ganas de besarte? ¡Vení acércate! —Estirándole mi mano desde mi silla.
    
    Ella aceptó sin problemas acercarse para tener un contacto más íntimo. Mi lengua entraba y salía de su boca con mucha pasión, mis manos se refregaban fuertemente sobre su parado culo una y otra vez sin ningún freno. Para terminar apretándole los senos bajo su remera de manera muy descarada. Los besos ya no alcanzaban así que liberé sus pechos los cuales eran prisioneros de un apretado corpiño.
    
    Inmediatamente levanté su remera para degustar con mi lengua sus pezones King size una y otra vez y de arriba abajo. Mi boca devoraba sus tetas hasta sentir que sus pezones se ponían cada vez más erectos. Durante largos momentos mamé de sus pechos de manera alocada. Lejos de bajar la intensidad de la situación mi mano desabrochó su pantalón para poder así correr su ropa interior y empezar a jugar con su intimidad. Mientras su pantalón caía lentamente hasta sus rodillas. Mis dedos comenzaban a mojarse de a uno dentro de ella. Tres dedos se introducían dentro de su tibia vagina para agitarse sin igual. Mientras metía mi lengua dentro de su boca hasta su garganta.
    
    —Te quiero garchar acá en la mesa del comedor… (Le digo)
    
    —¡Acá no! Me da cosa… ¿No hay otro lugar?
    
    —Vamos al sótano (sugiero)
    
    Ya en el sótano y luego de quitar su remera me propongo a no dejar ninguna parte de sus ...