Perversiones conyugales
Fecha: 12/02/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dueña y señora de su enorme fortuna.
“Súbete el vestido y déjame verte.”- me rogó con voz ansiosa.
Me lo subí hasta casi los pechos, dejé a su mirada golosa mis encantos femeninos. Me di una vuelta para que pudiera contemplarlos mejor.
-“ Apóyate en la mesa, deja el culito a mi alcance. Quiero que me lo regales.”-
Si bien había follado antes de estar con él, y para hacerle creer que era una virgen inocente, me había hecho rehacer el himen , por detrás no lo había probado y me daba miedo. Pero sabía que si quería tenerle en mis manos, debía dejarme.
-“Me da miedo .¿ Me va a doler mucho?...Por favor..”-
- “Si quieres lo dejamos. No te obligaré a nada.”- al oír esas palabras, noté un desencanto en su voz. Pensé en decir que no, pero no me convenía. Tenía que lograr que fuera un títere en mis manos. Y para eso las mujeres tenemos el sexo.
- “Amor mío, eres mi marido, haz lo que desees. Yo sólo quiero darte gusto. Pero procura no hacerme mucho daño.”-
- “ Te lo haré despacio. Tranquila, mi vida”-
Procuré poner mi culo lo mas en pompa posible y respiré profundo. Me relajé. Sus dedos me mojaron con saliva el ojete. Apoyó el glande y fue empujando despacio, hasta que la ciruela me entró. Chillé, por un lado me había dolido, por otro así se daba cuenta que me sacrificaba por él.
-“¿ Te he hecho daño?- me preguntó, preocupado por mi grito.
- “Sí, pero sigue. Soy toda tuya. Haz conmigo lo que quieras.”-
La verdad es que una vez pasado el primer ...
... impacto, era molesto, pero no terrible. Empezó a meter más adentro su polla. Con una mano agarré el borde de la mesa, apretando como si me taladrara un obús. La otra la mordí, simulando aguantar el dolor. La verdad era que me estaba entrando la risa. Federico no la tiene muy grande, y aquello no era para tanto. Me pasó por la mente las veces que estaba estreñida o cuando había cagado un chorizo grande y pensé que aquello era lo mismo pero al revés.
Me dejé hacer, se movía despacio, sabía que su pija esta bien enguantada, me balanceé un poco, no podría aguantar mucho más, y así fue. Su semen salió como si fuera una irrigación anal.
Monté el teatro con un gemido desgarrador, que parecía salir de lo más profundo de mis entrañas y de lo hondo de mi corazón.
-“¡ TEE AAAMOOOO!”- No se si fue mi grito o que no daba para más, la verga se convirtió en pene, vamos que se quedó en nada, abandonando mi obscura intimidad.
No había sido muy desagradable, y dada la emoción de mi marido , me di cuenta que era un modo de tenerle mas fijado a mi persona. Le besé , él estaba en la gloria y a mi me dio ganas de hacer aguas mayores, le volví a besar y salí disparada al servicio. Mientras yo evacuaba, él se lavó a fondo la minga.
En la cama , desnudos, abrazados, mientras fumábamos un cigarrillo, me dijo mimoso:
-“Lara, tú crees que podríamos hacer alguna película sexy con Mónica. Seguro que la vendíamos bien. Yo soy bueno con la cámara y…”-
-“Federico, intentaré convencerla. Ella y ...