Una noche en una taberna
Fecha: 14/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... se podía llevar.
Como me había dicho mi suegro, dándome un besito: “No tendrás el Sena pero tendrás playa”. Me había hecho sonreír porque, me daba cuenta, que en su mente ya vivía el placer de verme desnuda junto al mar. Y animarle sexualmente me encanta.
Lo que me había puesto de mal humor fueron dos cosas con las que no contaba.
Una, que el cretino del socio de mi esposo celebrara el cumple de su jermu en Vera con toda su familia para presumir del pedazo de yate que se había comprado. Y así me tocaba aguantar ese aire del español ante la sudaca, o sea yo.
Segunda y más importante que acompañando a mi cuñada apareciera la antigua novia de mi marido. Suficientes motivos para tener el cabreo que tenía.
No se lo iba a contar al galán que intentaba ligar conmigo. La verdad que cuando entró en el local, andando erguido, fuerte, bronceado, me hizo recordar a Gregory Peck llegando a San Francisco con la cuadrilla detrás. Era menos flaco, un poco sucio, eso hacía que el apetecerle te hiciera un poco cochina. Oteó el local buscando donde sentarse, me vio, sus ojos llamearon y fue a una mesa cercana a la mía para poder contemplarme bien.
Yo me estiré, me crucé de piernas y respiré hondo para lucir encantos y sonreí como diciendo: Si vos sos un macizo, yo soy una mina muy linda.
Mientras tomaba una cerveza, me desnudó con la mirada, me encantó. Como sabemos hacer casi todas las mujeres, me insinué intentando provocar su lujuria para que deseara tomarme entre sus ...
... fuertes brazos y romperme con la verga. El juego de calentarnos con la mirada siguió hasta que se fue.
Cuando volvió, uno de la tripulación se había enrollado con el socio de mi esposo hablando de negocios y se había creado una comunidad copas entre la gente de su barco y mi familia política.
Él aprovechó y se sentó frente a mí. Me dio un subidón porque, pasado por la ducha y cambiado, era un pedazo de macho de esos que te relames al verlos. Empezó a darme conversación de forma descuidada, para saber de mí y que me sintiera cómoda. Cómoda y cada vez más caliente por cómo me miraba, yo jugaba a responder haciendo que él también se fuera poniendo cachondo. Me dejaba llevar como una niña a la que el lobo engatusa.
-¿ Te gusta y sabes de cine?
Ha movido la silla y se ha acomodado a mi lado , sin soltar uno de mis brazos. La pregunta me ha llegado junto a su aliento en mi rostro.
Está a mi derecha, su mano izquierda se posa en mi muslo. Me arde la piel a través de la fina tela del vestido. El pulgar en la parte interna, el resto de su mano sobre mi pierna. Miro por si alguien se ha dado cuenta del ataque. Nadie nos ha visto.
Mi cuñada está ligando al macizo del barco. El chico ya ha empezado el ataque descarado. Mi enojo sube de grado al ver que, la antigua novia de mi marido le ataca, y él responde con ardor. Han sido apenas unos segundos suficientes para contestar.
- Un poco y ahora miénteme...dime que me parezco a una actriz, de esas guapas que se entregan a ...