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Silvia, maestra del sexo (parte 3)
Fecha: 20/06/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: robertox, Fuente: CuentoRelatos
... fiesta. Silvia estaba tocando y masajeando lentamente ya todo el coño de Paula mientras ella la observaba retorcerse de placer con sus caricias y llevaba su otra mano a su húmeda vagina. Paula estaba al borde del colapso y lo único que hizo fue berrear un gran “¡SÍ! ¡FOLLEMOS POR FAVOR!”. Silvia tampoco aguanta más y se lanzó a comerle la boca, apretaba el cuerpo de Paula contra ella y le susurraba al oído: “Vas a tener el mayor orgasmo de tu vida”. Se besaban con locura, como si no hubiera un mañana; Paula estaba en el cielo, saboreaba los labios de Silvia que tenían un ligero sabor a fresa. Paula la cogió en alto y se la llevó al sofá, allí comenzó a bajar por el precioso cuello de Silvia mientras su amante se retorcía entre incipientes gemidos. Paula bajaba poco a poco hasta los pechos de Silvia y comenzó a succionar sus pezones; dándoles mucha lengua y pequeños mordisquitos que hacían que Silvia gimiera como una loca. Ahora ella besaba el bajo vientre de Silvia, recreándose todo lo que podía mientras con sus manos masajeaba las tetas de Silvia. Ella tenía ahora el mando de la situación, se levantó y se despojó rápidamente de su ropa. Cogió las piernas de Silvia en alto y le quitó el pantalón y tanga negro de encaje de un tirón. Se arrodilló y observó la maravillosa vagina de Silvia, totalmente empapada y con su clítoris que empezaba a asomarse. Paula la miró a los ojos y le dedicó una sonrisa picarona —que Silvia devolvió apretándole la cabeza contra su ...
... coño—. Paula empezó besando la cara interior de los muslos con ternura y pasión, poco a poco su lengua llegaba a su destino deseado. Literalmente le dio un morreo al coño de Silvia (a ella le encantaba hacer eso), ahora su lengua subía de arriba abajo recorriendo sus labios mayores mientras Silvia ya sólo gemía y se retorcía en su sitio. —Mmm Paulita que bien lo haces jodida. Sigue así cariño, no te pares por nada —decía Silvia con el cuerpo arqueado mientras se sobaba las tetas. — ¿Te está gustando eh? Te voy a follar ese coño tuyo hasta exprimir todos tus fluidos y bebérmelos. Ven aquí zorrita —dijo Paula atrayendo un poco más a Silvia hacia su boca. —Mmm ¿con esa boca besas después a tu madre jovencita? —No lo dudes cariño, mira lo que te hago. Silvia sintió como la lengua de Paula comenzaba a describir rápidos círculos sobre su clítoris y dos de sus dedos entraban y salían sin parar. Saltó como un resorte y no paraba de gritar y gemir diciendo que no parase. Le estaban comiendo el coño como nunca antes lo habían hecho: las virguerías que hacía Paula con su lengua la estaban volviendo loca de placer y cada vez sentía más placer si cabe. Los dedos de Paula jugaban en el interior de Silvia: los juntaba y los separaba, hacía círculos con ellos, los movía de arriba abajo, hacía lo que quería con ella. Paula se incorporó, sin dejar su labor con las manos, para dirigir su boca a uno de los pechos de Silvia y besarlo sin parar mientras aumentaba el ritmo de sus manos ...