Mi trabajo como niñera
Fecha: 06/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde pequeña he trabajado como niñera. Empecé a hacer de niñera para los niños pequeños de mi barrio y muy pronto la voz se fue corriendo y mucha gente de la ciudad contacta conmigo para contratarme.
Me encanta estar rodeada de niños, una de las razones por la que estudio para ser profesora, pero mi trabajo como niñera es solo algo temporal con lo que ganar un dinerillo para poder costearme los caprichos que mis padres no quieren pagarme.
Empecé a hacerlo cuando mi padre me recomendó probar cómo me sentía al tener mi propio dinero y, al correrse la voz como ya he dicho, me fui llenando los bolsillos.
La voz se corrió porque era muy buena con los niños y todos me querían mucho, pero también con los padres. Nunca revelaba nada de lo que hacía con ellos porque todos tenían mucho que perder, pero no dejaban de remarcar lo contentos que estaban conmigo.
Mi psicólogo me informó de la noticia más fuerte que he recibido nunca, soy ninfómana. Y, si sumais dos mas dos, evidentemente esto ha afectado tanto a mi vida personal como a mi vida profesional. Por suerte, ahora tengo un novio que respeta esa parte de mí y sabe que no le pongo los cuernos, sino que no puedo controlarme cuando un hombre me provoca.
Dicho esto, la experiencia que voy a contar sucedió justo antes del confinamiento.
Ocurrió el 25 de febrero de 2020.
Ese día trabajé para una familia nueva. Era mi primera vez con ellos y ambos padres estaban muy entusiasmados por ver cómo iba todo. El niño al ...
... que cuidaba tenía a penas dos años, y ellos eran una pareja joven, por lo que me contrataron para celebrar el cumpleaños de él.
Llegué a las 8 y a las 9 se fueron a cenar, yo me quedé con el niño que por suerte no dio demasiada guerra y esperé hasta su regreso. Ambos llegaron sobre la 1 o 2 de la noche, el niño ya estaba dormido y yo me disponía a irme.
-¿Cómo te vas a ir? -me preguntó Bea, la madre, mientras me daba el dinero.
-Pues mi novio iba a venir a por mi, pero creo que se ha quedado dormido así que cogeré un taxi.
-¿Un taxi? -preguntó Jorge, el marido- Que va, un taxi hasta tu barrio te va a costar la mitad de lo que nos has cobrado -evidentemente exageró.
-Jorge acercala tú mientras echo un vistazo al niño ¿no?
En ese momento me puse nerviosa. Para los que no habeis conocido a alguien ninfomano/a es algo que no se puede controlar, tu libido y tus ganas pueden contigo y acabas haciendo todo lo posible por tener sexo, por lo que al estar a solas cln un hombre me darían mis impulsos, y si encima me provocaba ya no habría vuelta a atrás. Además, Jorge era un muy buen ejemplar. Alto, fuerte, moreno, en sus treinta (la edad que más me gusta entre 30 y 50) y muy bromista. Era bombero, por lo que de ahí su físico.
-Sí hombre, yo te acerco -contestó rápidamente mientras cogía lss llaves del coche del mueble de la entrada.
-No, no -dije-. No hace falta, de verdad.
-Chiquilla no te vayas a gastar dinero -contestó él.
-Es que seguro que usted está ...