1. Mi trabajo como niñera


    Fecha: 06/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cansado. De verdad que no quiero molestar...
    
    -Te lleva mi marido y no se hable más -sentenció Bea.
    
    Y así fue. Salimos de la casa y nos metimos en el coche. Él me abrió la puerta para que entrase y una vez estaba sentada la cerró y entró él por su puerta.
    
    -Bueno, te dejo en tu barrio, ¿no? -preguntó.
    
    -Sí, señor.
    
    -Puedes llamarme Jorge -me dijo sonriendo.
    
    -Perdone, es que suelo tratar de usted a la gente que me contrata.
    
    -Ya coño, pero serán viejos
    
    -¿Te parecen pocos? -bromeé y reí.
    
    -Nos ha salido bromista, como yo -sonrió.
    
    Mi casa estaba tranquilamente a 20 o 25 minutos de la suya, ya que ellos vivían en el centro exacto de la ciudad y yo casi rozando las afueras.
    
    -¿Qué tal tu cumpleaños? -le pregunté.
    
    -Genial -me volvió a sonreír.
    
    -Felicidades, aunque no sé exactamente cuando es -reí suavemente.
    
    -Vaya, muchas gracias.
    
    Sin mirarme a la cara colocó una mano sobre mi muslo. Ese día llevaba unos pantalones cortos y una camiseta fina, mi uniforme basico para hacer de niñera, los niños pueden ser muy guarros y siempre es mejor usar ropa mas viejilla y cómoda.
    
    Su mano estaba fría y me estremeció completamente, me puso los pelos de punta, y él se dio cuenta.
    
    -¿No tienes frío con esos pantalones? -preguntó mientras no quitaba la mano de mi pierna.
    
    -Ahora un poco, pero es lo mejor para cuidar a los críos.
    
    -Te creo. ¿Sabes? Tienes a todos los padres de mi zona super contentos -dijo acariciandome suavemente el muslo-. Una pareja ...
    ... con la que quedamos a veces nos recomendó que te contratasemos.
    
    -Sí, el señor Guzmán me lo dijo -él fue quién me recomendó-. Son muy buenos conmigo.
    
    -Tú eres buena con su hija, y con él en otro modo -me dijo mirandome.
    
    Instantáneamente me puse colorada como un tomate y aparté la vista de su cara. Quise decirle algo, pero era evidente que el señor Guzmán le había comentado algo, así que decidí callarme.
    
    -¿No hablas? No te preocupes...
    
    -Y-yo... -balbuceé.
    
    -Shhhh -me mandó a callar-. Los dos somos amigos y ninguno va a contar nada.
    
    Subió su mano un poco por mi muslo y comenzó a acariciarme por la apertura de la pierna del pantalón. El pantalón me quedaba un poco grande, por lo que cogí su mano y lentamente la metí por la pierna hasta que sus dedos rozaron mi tanga. Ahí ya perdí el control por completo.
    
    Me puse de rodillas sobre mi asiento y me incliné hacia su dirección. Mientras él conducía comencé a desabrocharle el pantalón y saqué su polla. Comencé a besarla y lamer la cabeza. La pajeaba suavemente.
    
    -No debería hacerle esto a tu mujer -dije mientras le pajeaba-. Es muy buena conmigo.
    
    -Conmigo también. Ahora chupamela -dijo mientras empujaba mi cabeza hacia abajo, creyéndose que iba a arrepentirme.
    
    Comencé a chupársela lo mejor que podía, pero la posición suya y que estuviese pendiente a la carretera lo hacía un poco difícil.
    
    -Aparca en algún sitio.
    
    Sin pensárselo dos veces aparcó en un sitio del lateral de la carretera donde no alumbraban ...