Siendo infiel en la oficina
Fecha: 20/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... tragarla como desesperada, ¡estaba tan caliente que no me detuve en nada y decidí devorar su suculenta verga!
G: Si, que rico, ¡uhm!!
Estaba regresando a las andadas, nuevamente como puta mamando la verga de mi jefe, pero no podía dejar de probarlo el de verdad me gustaba mucho y esto tal vez yo lo quería en lo más profundo de mi ser.
Continúe comiendo su verga, mordiéndola, besándole los testículos, lamiéndola como paleta, dejándome follar la boca con fuerza, quería ser la mejor asístete y complacer en todo a mi jefecito.
Gerardo me puso de pie y besándome me llevo a su silla reclinable, ahí él se sentó y cargándome de frente empezó a metérmela deliciosamente.
Apoyándome en su escritorio, comencé a cabalgarlo muy rico, en movimientos circulares, mientras el me lamia las tetas y me miraba desafiante.
K: ¡Que rico, ah!!
G: ¡Tu vagina es deliciosa nena!
Sentía como entraba toda, su verga estaba durísima y me daba riquísimo placer, ¡ahora apoyada en su cuello me daba suaves sentones mientras mi jefe me acariciaba las nalgas y los muslos!
G: ¡Esta buenísima, que rico, uhm!
K: ¡Rica verga, uhm, ah!
G: Eso, así nena, uhm, ¡cómo te mueves!
K: ¡Me encantas!! Cógeme, uhm!
Me acostó en su escritorio y levanto mis piernas, lamia mis pies, al parecer le había gustado verme descalza, mientras tanto me al empujaba con delicadeza subiendo poco a poco su ritmo.
Que rico era estar así, no pensé que sería la puta de mi jefe, ¡pero ahí estaba en su ...
... escritorio suplicándole me la metiera con fuerza mientras el lamia mis pantorrillas, piernas y pies!
K: Que rico, cógeme, así, ¡que rico!
G: ¡Carajo, que rico!
No sé si había alguien am saya afuera escuchando, solo gemía y recibía su rica verga.
Me puse en cuatro arriba de su escritorio, él se acomodó y empezó a dármela con fuerza, me la metía hasta el fondo, escuchaba mis nalgas chocar con su pelvis, más rápido y fuerte se empujaba, me tenía loquísima disfrutando es apose.
G; Que ricas nalgas, ¡uhm ah!
K: ¡Ah, si, que rico, ah!
G: Muévete nena, uhm, ¡que rico!
K: Es el mejor, cójame, ¡deme su verga!
Me bajo del escritorio y me empino totalmente, mis pechos se mojaban con los fluidos que escurrieron mientras estábamos encima del escritorio, ¡me tomo de la cintura y me penetro con fuerza!
Lanzaba gemidos, babeaba, estaba toda poseída, me movía también para hacerlo gozar, el me nalgueaba, me jalaba el cabello, me arañaba los muslos, me cogía riquísimo.
G: Toma nena, uhm, ah, que rico, ¡que rico!
K: No pares, más duro, así, soy tuya, ¡uhm!
G: ¡A partir de hoy eres mía nena!
K: Si papi, cógeme rico, uhm, que rica verga, ¡ah!!
Movíamos el escritorio de tanta pasión que soltábamos, me sentía venir, no iba aguantar más, sus embestidas eran magistrales, sabía cómo hacerlo, también sentí sus precipitaciones y como se endurecía pronto terminaría y le dejaría terminar dentro.
G: Me vengo, ah, ¡me vengo!
K: ¡Si, dame tu leche, ah!
G: Ahí ...