1. Haciendo amigas nuevas


    Fecha: 31/03/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos

    La penumbra dejaba ver las siluetas de ambas, abrazadas, besándose y entregadas a la pasión que se había desatado horas atrás. Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor y la excitación era muy evidente en ambas. Las caricias que se prodigaban, los besos en varias partes, se volvían más intensos en sus bocas, con ese intercambio de lenguas en pleno deseo y susurros donde se decían lo mucho que estaban disfrutando y de lo rico que era el momento.
    
    Todo era pasión, sensualidad, sexo desbordado y deseo. Poco a poco, ella bajaba a tus senos desnudos, tomando el primero para llevarlo a su boca, que abría ampliamente para contener lo más posible de él y succionarlo fuerte, sentir eso te excitaba. Lo soltaba poco a poco hasta tener tu pezón erecto entre sus dientes y tirar delicadamente de él, haciendo que tu cuerpo se estremeciera, tus gemidos surgieran de tu boca entreabierta y tu cabeza la inclinaras hacia atrás en clara respuesta a las sensaciones que te provocaba ella en ese momento con sus caricias orales.
    
    Tú le sostenías la cabeza, acariciando su cabello, la observabas con gran deseo mientras ella seguía rindiendo honores a tus muy atractivos senos, alternando uno con el otro y lamiendo cada espacio de ellos, así como el canal que los separa, saboreando tus pezones y llevándolos a su boca para mantenerlos erectos, duros. Al ver que te generaba mucha excitación, ella se dedicó a seguir chupando y lamiendo tus senos alternadamente mientras que con una mano, fue cubriendo el ...
    ... espacio hacia tu vagina. Ya allí pudo sentir lo muy mojada que te encontrabas producto de la excitación de todo lo que estaba sucediendo. Comenzó frotando tu monte de venus y tú le abriste las piernas para darle mejor acceso a tu sexo.
    
    Entonces, ella extendió su mano, juntó sus dedos, presionó con el dedo medio hasta abrirse paso entre tus labios vaginales ya algo hinchados y mojados de la excitación, hasta empezar a explorar tu clítoris y demás partes hacia la entrada de tu vagina. Todo ello te generaba torrentes de excitación y tu entrepierna le dejaba sentir mayor humedad en ti inmediatamente. De manera instintiva, comenzaste un vaivén con tu cadera al frente y atrás para sentir con mayor intensidad las caricias que te estaba propinando. Seguías sujetando su cabeza, y le besabas la frente y el cabello, pegándola a tu pecho conforme las sensaciones iban en aumento. Te tenía en sus manos y ella te estaba proporcionando placer en una forma única y deliciosa. Eventualmente separaba su cara de tu pecho y viendo como gozabas, te preguntaba si lo estabas disfrutando, a lo que sólo alcanzabas a asentir con tu cabeza, entre jadeos y suspiros, sin dejar de frotar tu pubis contra sus dedos.
    
    Ella veía como tu respiración se iba agitando poco a poco y aprovechaba para incrementar la intensidad del movimiento de su mano. Tú acelerabas el desplazamiento de tu cadera e ibas mojando más su mano en cada desplazamiento. Ella la retiraba por momentos para llevarla a tu boca, poniendo sus ...
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