1. El placer de la paja


    Fecha: 02/04/2023, Categorías: Masturbación Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... vertebral como si tocáramos el piano, hemos asomado un dedo en el ano, quizá hemos empujado y se ha metido hasta hacer gemir al amado. Ya, una vez las manos en ese lugar pasan adelante y acarician nuestro pene, luego nuestro escroto, ya lo estábamos deseando. Entonces abrazas con la palma de tu mano y con tus dedos el pene de tu amante, él hace lo mismo contigo, sonríes, cierras los ojos, sientes como mariposas en tu estómago y comenzamos la masturbación lenta, lenta, arriba, abajo, descapullamos el glande, se va poniendo amoratado, lo miramos, nos damos un beso sin interrumpir nuestra mutua masturbación…
    
    ¡Qué bueno es masturbarse mientras se contempla el cuerpo deseado!
    
    Sentado, acostado o de pie, disfruto imaginándome y representado a continuación todas las posiciones para la práctica de la masturbación. Sé que masturbarme con mi amigo no consiste solo en un juego de manos, sino que, al igual que los pies y los muslos, otras partes del cuerpo pueden rodear un pene hasta hacerlo vomitar.
    
    Con varios
    
    Me gusta poderosamente cuando dos o varias manos se pasean por mi pene o mi escroto y cuando son varios los que me masturban y también varios los que yo masturbo, aunque sea un rato largo que jamás será tedioso sino placentero. Pero me produce mayor placer cuando dos manos a la vez me masturban al unísono, con el mismo ritmo. Si las dos manos son de dos mujeres diferentes me hacen creerme un dios por ese momento. Me retuerzo, me tumbo, me incorporo, me dejo besar, me ...
    ... dejo adorar.
    
    Me encanta acariciar los cuerpos cuando son dos de mi mismo sexo, llego a su polla, a su culo, a sus pezones…
    
    Hay muchas maneras de masturbarse pensando en la persona deseada. La masturbación siempre es un placer, pero cuando es acompañada por uno o varios es eminentemente placentera. Pone a todo el cuerpo en movimiento, en acción para lograr placer y con el placer quizá también el amor.
    
    Todos salimos victoriosos de nuestras caricias. Todos salimos contentos, todos salimos satisfechos y a la vez deseosos. Algunos dicen que un placer no satisface si se siente deseo de volverlo a provocar. No hay mayor falsedad que esta. Igual que los placeres espirituales del alma humana se desean, nos satisfacen y los volvemos a desear, el cuerpo no es ajeno de estas ansias del alma, porque no es una máquina, porque no es un mero animal que realiza su sexo para ejercer la función reproductiva, el ser humano sabe sacar provecho y elevar a categoría humana singular las pasiones del cuerpo como ha hecho con las del alma.
    
    Dicen que el cielo consiste en contemplar la divinidad, sentirnos satisfechos y volver a llenarse de ese deseo de contemplar para volver a holgar en el amor de Dios en el más allá.
    
    El más acá no es tan extraño a este pensamiento. Lo más íntimo del hombre, aquello en lo que sentimos mayor pasión, deseo y amor, satisface y a la vez enciende para volver a comenzar. La masturbación no tiene barreras, el coito con mujer o la penetración anal con hombre, los ...