La ramera del viejo
Fecha: 06/04/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Como se los he contado en mis dos relatos anteriores, siempre soy contactado por hombres que quieren cumplir su fantasía de ser cornudos y yo soy el corneador perfecto para ellos, uno de eso hombres fue don Jacinto.
Este viejo era de dinero, trabajaba para un partido político y se había casado por tercera vez, según cuentan los rumores durante su juventud fue un verdadero semental, tenía aventuras con mujeres de todo tipo e incluso se rumora que se follo a algunos colegas para escalar peldaños, en ese rubro suele pasar.
Pero ahora a sus casi 70 años, el viejo se sentía morir, sabía que tal vez fue un error casarse por tercera vez y más con una mujer de 38 años, morena, alta, cabello castaño, piernas torneadas y buen trasero, la típica mujer que busca al mejor postor.
“Estimado, seré breve, quiero que te cojas a mi mujer, sé que ella anda en busca de un amante y no toleraría que alguien de mi entorno fuera el que se la coma, prefiero pagarle a alguien para que lo haga y tenerla contenta, te envío la dirección de una fiesta que daré, creme no te arrepentirás ni por la plata ni la mujer”
La verdad desconfié mucho de esa propuesta, es verdad que el dinero era bueno y cuando el viejo me mando las fotos de Miriam la verdad era tentador, la mujer estaba buenísima, así que acepte siempre y cuando aceptara unas peticiones, la primera era que el me recibiera al llegar y me pusiera su mujer en frente y la segunda era que solo sería ella y yo, no estaba dispuesto a hacer más ...
... que eso, el acepto y me dio incluso un adelanto.
Me puse mi smoking y fui a la fiesta, al llegar estaba ese tipo esperándome, me recibió como si fuese alguien importante, luego entendí que lo hizo para llamar la atención de su mujer.
E: Querida te presento a Márquez, ¡es un importante empresario!
M: ¡Mucho gusto señor!
CA: ¡El gusto es mío señora!
Quedé impactado con esa mujer, su mirada su sonrisa pícara, tenía el diablo dentro y eso dicho de la mejor manera, sentía su sangre caliente y no pude evitar erizarme de más.
El esposo se fue a pasarla bien con sus amigos y yo me quede charlando con Miriam, resulto ser una profesora retirada de biología, claro apuesto que fue la maestra que todos se querían coger, no pensaba en otra cosa más que en desnudarla y montarla como loco.
La fiesta se desarrolló como debía ser, entre champagne y música de jazz la pasamos hablando, hasta que pudieron tango, mi debilidad, ella me miro y me dijo que bailáramos, ¡mire a donde estaba su esposo quien me dio su aprobación y así comencé a bailar con esa mujer!
M: Eres un tipo misterioso, ¿porque miras a mi esposo?
CA: ¡No quiero que se mal interprete nada!
M: Eres muy guapo, ¡mira que pareja hacemos!
CA: Tú estas muy bella, ¡además bailas bien el tango!
Estábamos metiditos seduciéndonos con el baile, mis manos acariciaban su sensual espalda y ligeramente las colocaba entre su cintura y cadera sintiendo el excelente trasero de esta mujer.
Una vez terminado el ...