1. Donde todo comenzó


    Fecha: 07/04/2023, Categorías: Transexuales Autor: Casado_closetMx, Fuente: CuentoRelatos

    Era una hermosa tarde primaveral, la brisa corría suave y el sol nos alegraba con sus últimos rayos de luz, era un día para no olvidar. Caminaba por el parque disfrutando del gorjeo de los pajaritos, cuando a lo lejos, vi que una hermosa mujer venía hacia mí, caminaba con un andar muy sensual, elegantemente vestida, aunque informal.
    
    Al acercarse, escuché el taconear de sus zapatos, con un ritmo que me llamó la atención, luego nuestras miradas se cruzaron y sentí que mi cuerpo recibía una descarga eléctrica que me hizo murmurar unas palabras que ella escuchó, era realmente hermosa. Ante eso, detuvo algo su andar, lo que me permitió decirle algunos piropos que ella agradeció con una sonrisa y dejando de lado mi timidez, me le acerqué y le pregunté su nombre, se llamaba Ximena. Luego, la invité a sentarnos en una de las bancas del parque, para platicar y disfrutar de esa hermosa tarde, lo que aceptó con gusto y nos presentamos.
    
    Ella no era de la ciudad, había venido a visitar a unos familiares, y como el día lo invitaba, decidió también salir a pasear por los alrededores, no era muy alta, de tez blanca, tenía alrededor de 30 años, de cabello oscuro no muy largo, su piel se veía tersa y suave, tenía unas bubis grandes y hermosas y se podía ver sus inicios en su blusa escotada, También su ajustado pantalón delineaba unas nalgas redondas, paraditas y sugestivas, era una mujer realmente muy interesante, con una plática muy amena. Platicamos de muchas cosas, al principio ...
    ... intrascendentes y con el pasar del tiempo, llegamos a platicar de cosas más íntimas, lo que hizo que el tiempo transcurriera sin darnos cuenta hasta que se hizo la noche.
    
    Llegó un momento en que sentía que la conocía desde tiempo atrás, hubo mucha química entre los dos, así que me ofrecí para acompañarla, para que no se fuera sola, ya que no conocía mucho la ciudad y así lo hicimos. En ese momento surgieron en mi mente algunas visiones de lo que sería disfrutar de ese cuerpo, de sentirlo junto a mí y al pasar frente a un motel, le insinué entrar para que la noche no terminara aún. Ante mi sorpresa, aceptó sin rogarle, lo que hizo que mi corazón brincara de emoción, ya que como dije anteriormente, soy bastante tímido pero en ese instante, me olvidé de mi timidez, aunque no niego que me puse algo nervioso.
    
    Al cerrar la puerta de la habitación, nos abrazamos y nos fundimos en un apasionado beso, en el que nuestras lenguas se entrelazaron y recorrí su boca con ansiedad, al tiempo que ella me respondía de igual manera. No sé cuánto tiempo estuvimos así hasta que mis manos comenzaron a desabrocharle su blusa, a soltarle su brassier y a palparle y a jugar con esas bubis tan deliciosas; de inmediato, sus pezones respondieron al llamado y emergieron en todo su esplendor, duros, paraditos. Ya para ese instante, estaba muy excitado y ella no lo disimulaba tampoco, entonces le besé su cuello con pasión y fui bajando hasta saborear sus bubis, pasándole mi lengua por sus pezones y ...
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