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El Vecino Ruidoso Cap. I
Fecha: 11/04/2023, Categorías: Bisexuales Autor: cachopo, Fuente: RelatosEróticos
Cap. I JAIME Aquí me encuentro, sentado en una de las maldita s silla s de la mesa de la cocina. Nunca he entendido porque pasaba tanto tiempo sentado en esa silla. Una silla moderna y que conjuntaba totalmente con el resto de los muebles… según mi mujer. Lo que ella no había tenido en cu enta es lo incomoda que resulta cuando llevas más de cinco minutos sentado . C omo se te clava el respaldo poco a poco , y tienes que echarte ligeramente hacia delante para evitar que la molestia pase a ser dolor . A pesar de ello, allí me pasaba horas leyendo, c omo si fuese un martirio que me autoimponía. Pero ir al cómodo sofá del salón, lo único que yo había escogido de la casa, implicaba tener que pasar más tiempo con la histérica de mi mujer. Y es que la relación con mi mujer había muerto tan rápidamente, que no me había dado cuenta de cómo había pasado. He intentado recordar que pasó. Qué fue lo que hicimos mal. Pero nunca encuentro respuesta alguna. Y la primera consecuencia de la decadencia de una relación de pareja es tu vida sexual. Sobre todo, si eres el típico pringado que sigue pensando en que la fidelidad tiene su razón de ser. Mi padre siempre decía que una vez te casas y te han cazado, tu vida sexual se reducía a lo que tu mujer quería. Y eso significaba “ menos sexo a cada año que pasaba ”. Otra frase que repetía constantemente cada vez que nos quedábamos solos era: ...
... “El primer hijo es la muerte sexual de un matrimonio ”. La recordaba perfectamente, ya que yo era su único hijo. En definitiva, yo era la causa de su poca actividad sexual con mi madre y de los problemas que existían en el matrimonio de mis padres. Hasta hace unos meses, nunca pensé que aquellas palabras fueran tan ciertas. Si te dicen que tu vida sexual se iba a ac abar a los treinta y un a ños no te lo creerías ni de broma . Mi padre no tenía sexo con mi madre, pero eso no era un impedimento para desahogarse. E ra un mujeriego que se follaba t odo lo que podía. Y su especialidad eran las mujeres casadas. Yo mismo lo pillé un par de veces saliendo de casa de la vecina de abajo. Lo gracioso es que era yo el que se ponía rojo ante aquel incomodo encuentro. Él se hinchaba como un pavo, y se colocaba los huevos que acababa de vaciar. La verdad es que era un secreto a voces, y él tampoc o se preocupaba en ocultarlo. Yo siempre lo odie por eso… pero desde hace unos meses lo empezaba a entender. Ahora me arrepiento de haber dejado de hablarle cuando se fue con aquella chavalita de mi edad con pinta de zorra. Hoy en día, con lo salido que estoy hasta le propondría un trío. Aunque esa idea no deja de ser una incestuosa fantasía producto de la calentura. Mi padre se murió hace unos años, después de pegarse los últimos cuatro años de vida de juerga en juerga con el dinero de la prejubilación. Mi madre dijo que fue lo mejor ...