1. El perroflauta


    Fecha: 14/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos

    —¿Qué ha visto Susana en ese tío? No tiene oficio ni beneficio. Sólo hay que ver su aspecto. Es un perroflauta, por el amor de Dios. Además, es cuatro años mayor que ella. No me gusta, —aseveró Manuel.
    
    —No tiene que gustarte a ti, sino a ella. Es su novio, te guste o no, —sentenció Raquel.
    
    —No lo quiero en mi casa.
    
    —Pues lo vas a tener, quieras o no.
    
    —No me gusta para ella. Es un andrajoso.
    
    —A ti no te gusta nadie para ella. Si por ti fuera, la ingresarías en un convento.
    
    Carlos se presentaba como el nuevo novio de Susana, y como era de esperar, viniendo de una familia con tendencias conservadoras, él no cumplía los requisitos que se le presuponían al cortejador de su hija. Carlos tenía veinticuatro años e intentaba labrarse un porvenir como guitarrista de un grupo los fines de semana en un pub, si bien, para Manuel su forma de ganarse la vida era síntoma de holgazanería. Raquel, aunque compartiera la preocupación de su esposo, entendía mejor los entresijos de los sentimientos. Aun cuando el semblante de su yerno era un tanto desaliñado, no por ello significaba que fuese un mal chaval, y aunque le costase verlo como posible candidato, podía llegar a entender que la apariencia no era motivo suficiente para determinar si era apto o no para su hija.
    
    —No sé cómo no te da asco el pelo ese que lleva. En esas rastas debe anidar una fauna de lo más variopinta.
    
    —¡Déjalo ya papá. Es mi novio, te pongas como te pongas.
    
    —Al menos dile que se corte las ...
    ... rastas.
    
    —Se las cortará porque lo digas tú, ¿no?
    
    —Pues que busque un trabajo, —dijo a falta de argumentos.
    
    —Ya tiene un trabajo. Es músico.
    
    —Ese tío no te conviene, Susana. ¡Hazme caso! —insistió Manuel.
    
    —Eso lo decidiré yo, ¿no te parece?
    
    —Tú eres demasiado joven para entender ciertas cosas, Susana. No sé qué has visto en ese tío. No lo entiendo.
    
    —No quieras saberlo tampoco, —declaró desafiándolo en un tono más elevado—, y se llama Carlos.
    
    —No te atrevas a hablarme así, —replicó en un tono adusto, y Susana abandonó la habitación dando un portazo.
    
    —Eres un energúmeno. Tienes que andarte con más tiento, —le anunció Raquel señalándolo con el dedo. Inmediatamente fue a la habitación para respaldar a su hija, en vista de que Manuel parecía no entender sus sentimientos.
    
    —¿Estás bien hija? —preguntó cerrando la puerta para no sufrir interrupciones mientras la consolaba.
    
    —Papá es un retrógrado. ¿Qué pretende? ¿Que salga con un médico? Es músico. ¿Qué hay de malo en ello?
    
    —No es su profesión, es su semblante lo que le inquieta.
    
    —Pues no va a ponerse corbata para satisfacerle, eso está claro.
    
    —Lo sé. No te preocupes. Ya se le pasará. No tendrá más remedio que claudicar.
    
    Pese a que Raquel intentaba ejercer el papel de madre comprensiva y tolerante, a ella también le echaba hacia atrás la estampa que el joven mostraba sin complejos. Carlos no pretendía ofender a nadie, sino que para él su forma de vestir era la habitual. Era su forma de ser y tenía ...
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