1. Insomnio, confinamiento y sexo


    Fecha: 17/04/2023, Categorías: Voyerismo Autor: L0LA, Fuente: CuentoRelatos

    El confinamiento me ha pillado sola en casa, soy muy respetuosa con las leyes pero, hay una necesidad en mi… Estoy que me subo por las paredes y lo peor es por las noches, cuando me acuesto normalmente me duermo pero, al cabo de una o dos horas, me despierto y entonces empiezo a dar vueltas en la cama. Cuando llevo un rato así, pienso: “Necesito relajarme”, y saco el vibrador de mi mesita y paso un rato dándome placer.
    
    Me gusta mucho más el sexo en compañía pero el confinamiento es el confinamiento. Paseo mi juguete por mi clítoris una y otra vez, ese maldito vibrador es adictivo.
    
    Cada noche que me lo saco del cajón no bajo de los tres orgasmos, pero al final, en lugar de acabar relajada acabo más excitada y con media hora menos para dormir. De vez en cuando, saco todos los juguetes, en la libertad de mi soledad, empiezo jugando con mi clítoris; después paso a humedecer un plug anal de cristal con mi boca y lo introduzco en mi culo. Cuando este se acomoda y sin dejar de pasear mis dedos por mi sexo, saco el consolador y empiezo a follarme. Los orgasmos vienen casi de seguido, más bien, es como si fuera uno solo que no cesa .Me retuerzo en mi cama, gimo, grito; me convierto en la bestia que llevo dentro y tras un rato retorciéndome como una loba sin lobo; saco de mi cuerpo los juguetes, los lavo y me preparo una taza caliente de leche.
    
    La semana pasada tuve una de esas noches de sacar todos mis juguetes. Como hacía calor había dejado la ventana abierta. Normalmente no ...
    ... me dedico a excitar a mis vecinos, pero cuando me quise dar cuenta, a mitad de sesión, había un chico en una ventana enfrente de la mía. Nunca antes había reparado en él.
    
    Podía ver su cabeza rapada, su rostro, mirándome, su torso, desnudo y musculoso, su brazo derecho, moviéndose rítmicamente y su polla, estrangulada por su mano.
    
    Esto aumentó mi excitación. Me giré para mirarle mejor y poder regalarle un buen plano de mi cuerpo penetrado por mis juguetes. Pude ver como sonreía mientras seguía masturbándose. Tras varios orgasmos y gemidos dedicados al vecino, decidí terminar con la sesión. Esta vez me había gustado más que otras.
    
    Al día siguiente, no podía dejar de pensar en aquel desconocido. Tal vez había sido un poco loco por mi parte saltarme todos los pasos y dejarle disfrutar de mi intimidad; pero, en realidad estaba deseando que llegara la noche para repetir.
    
    Cuando llegó la noche, me duché y me puse mi lencería favorita. Abrí las cortinas y me tumbé en la cama. Empecé a jugar con mis dedos, paseando por todo mi cuerpo, despacio, sintiendo como mi vello se erizaba en cada centímetro de piel. De vez en cuando, miraba por la ventana, pero no le veía. No obstante, ya me había encendido así que decidí seguir; solo sería una noche más en solitario. Pero me costaba concentrarme, una y otra vez me preguntaba por qué no estaba ahí para jugar conmigo. Finalmente, puse un relato erótico en el móvil y disfruté en solitario, esta vez sin miradas.
    
    Al día siguiente me ...
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