Los generales se van de putas
Fecha: 20/04/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El general Lorenzo García Puente sintió el golpe del aire frío al salir de la cantina. No había bebido tanto, no como el general Juan B. Espinosa, pero la altura de aquella ciudad, el tequila y el golpe del frío lo obligaron a detenerse para afirmar las botas sobre la acera y envolverse en su sarape. Era una ciudad de hermosos edificios y noble disposición que nunca le había gustado. A los norteños nunca nos gusta esta ciudad, pensó.
-¡Vámonos de putas, hermano! –exclamó Juan B. Espinosa tomándolo del brazo. –Las güilas se vuelven locas con el uniforme y yo tengo ganitas.
-Pos yo estoy medio pedo y no traigo un quinto.
-Yo te invito, hermano. No todos los meses se reencuentra uno en esta pinche ciudad con un compañero de verdad.
-Nunca he sido putañero, Juan. ¿Pagar por lo que es gratis?
-No sabes lo que te pierdes, Lencho. Pero no pagas por lo que es gratis. Cuando vas a un lugar de putas obtienes cosas que normalmente no consigues...
-Mi amante no tiene nada que pedirle a las mejores putas, de hecho, es una de las más cotizadas de Torreón, Juan.
-Me han contado. Pero lo es, porque es nueva y sólo por eso. Además, te ama y así es distinto.
-¡Qué distinto!, ¡mejor!
-Sí, por una parte. Pero cuando vas a una casa de putas, Lencho, vez a mujeres espléndidas con la certeza de que una, o varias...
-¿Varias?
-¿Ya ves?, ya vas entendiendo –Espinosa caminaba por las oscuras calles de la ciudad a paso militar, seguido por García, que con el ...
... fresco de la noche y la caminata iba recuperando parte de la coherencia perdida. –Las miras gozándolas anticipadamente, Lencho, con la absoluta certeza de que una, o varias, van a ser tuyas. La que elijas. Bebes champaña, charlas, fumas un cigarro, comes algún aperitivo ligero, Lencho, y sigues mirando, ya lo sabes. La elijes con la mirada, solamente por su apariencia, por cómo te mira, por cómo camina, porque ella eligió sentarse en tus piernas y besarte. Sólo por eso ya valen su precio...
-Pero unas muchachas así, con champaña y tal, sale bien caro, Juan.
-Para eso trabajo, Lencho. Y para eso robo. Acá entre nos, no hay remedio. En la comisión revisora de hojas de servicio tienes que ser algo corrupto. Que dele trámite rápido a mis papeles, pues un varo; que pase por alto aquel documento que falta, pos un varo; que hágase de la vista gorda de que fui huertista, pos un varo; de que una carta de recomendación aquí, que otra allá, pos un varo. Así es éste país que nos ganaron y yo, sin ser como tu amigo Ulogio Ortiz o como Madinabeitia, me he tenido que acomodar y también me he vuelto corrupto. Eso sí, a los villistas de verdad, les sale gratis. Y además no tengo familia qué mantener. Vente pues conmigo.
Sí, pensó Lorenzo sin decir nada. Este es el país que nos ganaron, la revolución que nos robaron.
Los dos generales llegaron a una gruesa puerta de madera de roble bien trabajada y Juan levantó el aldabón tocando de determinada manera. Una voz surgió de la ...