-
Visita muy provechosa
Fecha: 22/04/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mientras buscaba con mis dedos acariciar su horrible humanidad por encima del pantalón. Me moría de ganas de comerme su larga polla y, sin dejarle responder, le obligué a levantarse quedando de pie frente a mí. Me quedé mirándolo unos momentos disfrutando de aquel cuerpo tan varonil y que provocaba que mi loca cabecita se llenara con las más escabrosas ideas. Mis manos cayeron como garfios sobre su velludo pecho recorriéndolo arriba y abajo mientras mi boca se dirigía hacia su entrepierna sintiéndola dura y excitada bajo mis labios. Aquello parecía enorme y un nuevo escalofrío me llenó de la cabeza a los pies imaginando el tamaño colosal de aquel músculo. Él dejó caer su mano sobre mis rubios cabellos y, con gran placer por mi parte, le escuché gemir débilmente para después notar su mano apretarme contra él. Me emborraché sintiendo por encima de mi cara el roce desesperado de aquella culebra que parecía no acabar de crecer nunca. Al parecer el muchacho deseaba adelantar los acontecimientos tanto como yo pues no dejaba de excitarme jadeando y gimiendo y sin parar de pronunciar aquellas palabras que yo sabía el cálido significado que encerraban en sí mismas. Poniéndome en pie busqué su boca mezclando mi lengua con la suya y devorando sus carnosos labios de manera frenética. Entre las manos agarré con fuerza sus nalgas notándolas duras y bien formadas. Se notaban apretadas bajo mis dedos y creí enloquecer teniendo para mí sola aquel hermoso macho de piel oscura y ...
... brillante. Bajando a su barriga me dediqué a lamérsela y acariciársela sin descanso como si con ello quisiera retardar el momento glorioso que tanto deseaba. Una extraña sensación se creó en mí deseando, por un lado, tener en mis manos aquel miembro que imaginaba monstruoso y, por otro, tratando de aplazar lo máximo posible aquel dulce encuentro. Sin embargo, el deseo fue mayor y abandonando la oscura barriga busqué ansiosamente su entrepierna sin poder esperar más. Masajeándole con una mano su polla, con la otra desaté la hebilla para luego soltar el botón del tejano con urgencia malsana. Mientras lo hacía volví a besar su barriga perdida completamente la razón con todo aquello. Mirando hacia arriba mi mirada se cruzó con la del muchacho el cual respiraba de manera acelerada demostrando de aquel modo el enorme deseo que también él sentía. Agarrando la cremallera con dos de mis dedillos la bajé dejando después que el pantalón cayera alrededor de los pies del muchacho. Me quedé pasmada devorando la imagen absolutamente aterradora que ante mí se presentaba. Escondido bajo el calzoncillo gris que lo cubría podía verse un bulto más que considerable marcándose de forma desconsiderada frente a mí. Cerrando los ojos atemorizada por entero me lancé sobre él lamiéndolo y chupándolo por encima del fino algodón. No podía creerlo, era fantástico y demoledor y no hacía más que imaginarlo en mi interior clavándose salvajemente y sin dejar de arrancarme verdaderos aullidos de puro ...