Cogí con un viejo casado - Relatos Eróticos

Cogí con un viejo casado

... casa de ellos, que estarían disponibles, le dije que estaba bien, y que ahí los vería. Finamente el señor se despidió de mi y me dio las gracias por acceder a su petición, su esposa no dejaba de verme con rabia ni siquiera se despidió, pero finalmente ambos salieron de mi casa.

Yo estaba excitada como nunca antes lo había estado, me iba a coger a uno de mis viejos vecinos, y era el esposo de esa vieja que me caía tan mal, estaba demasiado ansiosa porque me cogiera, y me diera de su leche. Empecé a buscar el atuendo más sexy que tenía, para calentarlo a él y que su esposa se enojara aún más de lo que yo estaba, era una lencería negra muy provocativa que me resaltaba muy bien mis tetas y nalgas, y unos tacones negros y altos.

Al día siguiente fui a su casa con mi lencería debajo de mi ropa, me abrió la puerta el señor y me invito a pasar, me dijo que subiera las escaleras hacia su cuarto, y ahí estaba ella, su esposa lista para ver como su esposo me daba verga, ella es una señora algo gorda y fea, era de piel morena, su esposo es también moreno, y esta algo gordo pero no tanto, sinceramente no sé cómo lo hizo para convencer a su esposa de hacer eso, supongo que con dinero, pero en realidad no me importaba mucho, yo solo quería la verga de su marido, ni siquiera me dirigió la palabra solamente estaba sentada viéndome enojada en una silla al lado de la cama, donde ella dormía con su esposo, y donde yo me lo iba a coger.

En eso entró su esposo a la habitación y me dijo ...

... que no me preocupara por su esposa, que ella no iba a interferir en nada, me dijo que si quería incluso podía hablar con ella, por supuesto que lo iba hacer, pero no de una manera muy agradable, así que me dio una nalgada, y me dijo:

Esposo: Bueno ahora si desvístete perra, para darte de mi verga.

Eso me excitó bastante y vi como de inmediato su esposa se puso roja del coraje, pero sin decir nada, solo me veía, yo le contesté igual a su esposo para calentarlo y para que esta vieja se enojara más.

Yo: Claro que si papi ya quiero que metas toda la verga.

Esposa (susurrando): Maldita puta!

Yo le sonreí a su esposa y me empecé a quitar la ropa que tenía encima, quedándome en pura lencería y tacones enfrente de su esposo. Él ya estaba con la verga afuera y jalándosela mientras me decía.

Esposo: Que rica te ves, no puedo creer que te la voy meter por ese culo tan rico que te cargas.

Yo: Si me la vas a meter toda, y me vas a dar de tu leche, enfrente de tu puta esposa.

Su esposa (enojada): Maldita puta vas a ver, me las vas a pagar.

Su esposo: Hey! Hey! Recuerda que no puedes interferir ya habíamos hablado de eso.

Le dijo a su esposa, ella le dio un fuerte golpe a la cama con el puño, y se quedó en silencio. Me gustaba mucho que la regañara, para después cogerme, y a mi me gustaba hacerla enojar, excitando a su esposo y diciéndole de cosas.

Yo: Ups! Lo siento jajajaja, ya oíste a tu marido, me lo voy a coger en tu cama y no puedes hacer nada para ...