El regalo: Un antes y un después (Octava Parte)
Fecha: 04/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... te amo… A pesar de todo.
—¿A pesar de qué?… ¿Silvia? —Pero no me respondió nada. Cerró la puerta. Se fue.
…
—¡Estúpido, idiota! Rodrigo esa noche en que se suponía que tendríamos que hablar, me había cerrado la puerta en mi cara, sin darme la oportunidad para… ¿Mentirle? Sí, aún más. Tratar de mantener ocultas las situaciones de los últimos días entre mi jefe y yo. ¿Por qué? Juro que le pensaba ser sincera, contarle todo, decirle la verdad y lo que me estaba sucediendo. Pero perdí el valor, me acobardé tras encontrarme de regreso de la farmacia con nuestra vecina y su pequeña mascota en el primer piso…
—Buenas noches Silvia querida. Tiempo sin verte corazón.
—Señora Gertrudis… ¿Qué tal está usted? ¿Cómo sigue del dolor en sus rodillas?
—Ayyy tesoro, caminando con paciencia y tomando mil medicamentos. ¿Y tu esposo cómo sigue?
—¿Cómo sigue?... Pues bien Gertrudis, trabajando mucho, como yo. —Le terminé por decir.
—Ese muchacho es tan servicial. ¡Es un encanto! Cuídalo mucho querida, pocos hoy en día como él. Un caballero. Estoy tan apenada con Rodrigo, pobre chico.
—Hummm si es muy atento. Pero… ¿Por qué apenada con él?
—¡Ahh! ¿No te lo mencionó? —Estaba desconcertada, no sabía que había sucedido entre ellos la noche anterior.
—Pues verás, anoche como a esta misma hora, –y miré mi reloj… 10:33 P.M- Rodrigo bajó a tirar la basura y me vio angustiada llorando, pues este travieso, se me soltó de la mano y salió corriendo detrás de un gato, uno ...
... de esos callejeros que se meten a buscar comida en los desechos y pues tu marido se ofreció para ir a buscarlo a la calle. —Y mi corazón empezó a palpitar y mi mente a hilvanar momentos de la noche anterior.
—Y mira que Toretto no muerde a nadie. Pobrecito Rodrigo, le ha mordido en el dorso de su mano cuando le rescató. Con seguridad mi pobre Toretto estaba nervioso y lo desconoció. Yo me ofrecí a curarle pero él estaba pálido, tal vez del susto y subió con bastante apuro. Pero corazón, Toretto está vacunado, no te creas que soy una mujer descuidada con esos menesteres.
—No me contó nada, pero despreocúpese Gertrudis, él se ve muy bien. Gracias por su preocupación. Y bueno la dejo ya, es hora de ir a dormir. ¡Hasta mañana! —Y subí completamente en shock y con la incertidumbre de si ser sincera y provocar entre los dos un cisma o mejor disimular, lo que para mi esposo era más que evidente.
Ya tenía en mi mente la claridad necesaria para entender porque mi esposo estaba así. A esa misma hora estaba yo fuera, dentro de aquél auto. Con seguridad nos había visto. ¿Qué tanto? ¿Habría visto la complicidad entre mi jefe y yo? Por eso su actitud. ¡Qué idiota fui!
Tras aquella conversación pensé que lo mejor era ocultarle a Rodrigo todo, negarle sus suposiciones, oponerme a sus reclamos. Me lo quedaría para mí. ¡Secretos inconfesables! Ya había dejado claro con don Hugo, que nada podría volver a ocurrir entre los dos. Amaba a mi marido y no iba a continuar con aquellas ...