1. Una fantasía que queremos vivir


    Fecha: 08/05/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: SWAcapulquito, Fuente: CuentoRelatos

    ... simple idea le hizo estremecer. Siempre había sentido el deseo de probar otro hombre, pero ahora que la fantasía se iba a hacer realidad, pensó que no podría resistirlo. A pesar de ello y aunque las piernas le temblaban de forma incontrolada, consiguió tumbarse sobre él. Entonces notó que él estaba completamente desnudo, pues sintió su piel directamente contra la suya y notó su pene erecto contra su vientre. Cuando estuvo recostada, el posó su mano sobre las nalgas y las acarició suavemente. Después ayudándose de la otra mano, separó las nalgas dejando toda su intimidad al descubierto...
    
    -sepárate bien...
    
    Ella lo hizo como por impulso, sin dudar. Durante un rato estuvo jugando con su culo y masajeándolo, como si quisiera calentarlo, hasta que por fin se detuvo
    
    El bikini blanco se le había metido totalmente entre los labios de su sexo y de su culo.y durante unos segundos, no ocurrió absolutamente nada. De repente, cuando menos lo esperaba, sintió el primer lengüetazo. Los primeros le parecieron suaves. Los siguientes eran algo más firmes todo era un juego de morbo y complicidad. Y ambos lo sabían. Ella empezó a gemir más por ese morbo, aun así, acabó con sus nalgas todas llenas de saliva listas para el siguiente paso.
    
    Desde luego, nada de lo que había hecho hasta entonces la había hecho sentirse así, pero sobre todo se sentía excitada. Completamente excitada de una forma muy intensa y morbosa. Le oyó moverse por la habitación. Se alejaba y se acercaba. No sabía ...
    ... bien qué hacía, pero se sentía segura. Era una sensación extraña que nunca había experimentado, pero confiaba plenamente en él.
    
    Note cómo se sujetaba a una sábana la arrodilló frente a un espejo y le dijo que abriera la boca. Ella parecía resistirse. Él le dijo: "eres mi putita y debes complacerme". Ella asintió y empezó a lamer su verga. Notaba cómo aumentaba entre sus labios. La mamaba con tanto deseo que él tuvo que hacer esfuerzos para no venirse. Le ordenó que se alzara y se pusiera a cuatro patas sobre la cama. Así, ofrecida, él empezó a acariciar de nuevo su vulva hasta notarla otra vez mojada. De pronto, notó que algo la penetraba. Pero no era su pene. Era un consolador de un tamaño pequeño pero más grande que mi pene. Con movimientos rítmicos muy seguidos la condujo al borde del orgasmo, aunque no permitió que llegara a él. Cuando estaba a punto de hacerlo, él se detuvo y dejó el vibrador dentro de ella. Con él en su interior, notó cómo su macho se colocaba ahora frente a ella y sin más preámbulos, le introdujo de nuevo su miembro en la boca.
    
    Mientras sentía sus labios llenos de la virilidad de su macho, notaba la incesante vibración del aparato que ocupaba su vagina. Sintió como aquél falo crecía en su garganta. Chupó y lamió hasta provocarle una tremenda erección. El me ordeno que me pusiese detrás de mi mujer y siguiese con lo que él había empezado, mover y mover ese pedazo de verga de látex dentro del coño de mi mujer, que estaba disfrutando al máximo. El ...
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