Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... volvería a la normalidad, estaba segura, se lo decía su corazón. De repente de la mochila de viaje de Cesar escuchó un ligero sonido, como si algo vibrara, rápidamente la hermosa casada comenzó a buscar (creyendo que se trataba del móvil de Cesar), estaba en lo correcto, observó un momento de quien se trataba. Para su total consternación se trataba de un mensaje de Lidia. “Así que esta zorra, no deja en paz a mi marido”, pensaba bastante molesta. La curiosidad la venció y abrió. – “Tengo la tarde disponible. Si quieres podemos vernos ahora mismo aquí en mi apartamento, sé que estás nervioso y que hoy es tu aniversario, pero si te apuras alcanzaremos a echar un polvo al menos…”.
“Maldita seas Lidia” la rubia no entendía porque entre todos los hombres del mundo, su ex mejor amiga decidió acostarse con su esposo, si siempre le había dicho que no era su tipo, procedió a cerrar el mensaje y marcarlo como no leído, nuevamente lo guardo donde se encontraba. Y entonces se le ocurrió la prueba final, la prueba que definiría probablemente su futuro, ¿Qué haría Cesar cuando leyera el mensaje?, ¿Se quedaría con ella en su aniversario? O ¿saldría corriendo con Lidia?, no tardó mucho en averiguarlo, escuchó como Cesar se acercaba, tomó asiento, cruzó sus piernas de manera muy sensual.
– Estuvo sonando tu teléfono…, la rubia seguía en la misma postura, intentando parecer serena, dando a entender que no lo había leído. Inmediatamente Cesar, busco su móvil, lo abrió y no tardó más de ...
... unos instantes en leerlo.
– Lo siento querida… tengo que irme… vuelvo en unas horas…, dijo Cesar haciendo ademán de retirarse. Purificación quedó atónita, había estado completamente segura que la elegiría a ella. ¿Dónde había quedado la promesa que hizo hace solo algunos momentos? Al parecer no le importaba o eso creyó Purificación.
– ¿¡Qué…!? ¿A dónde vas?… recuerda que es nuestro aniversario, hizo un último intento por hacerlo recapacitar, no lo logró.
– Lo siento… me dicen que un amigo está en el hospital… pero no te preocupes… cuando vuelva celebraremos… te lo prometo.
La casada estaba harta, harta de mentira, tras mentira, tras mentira, si quería ir a revolcarse con Lidia no lo iba a detener, era demasiado buena como para rogarle. – Está bien…. Purificación estaba muy molesta, Cesar lo notó e intento abrazarla, ella se negó y caminó cabizbaja hacia su habitación. Sin más que decir, Cesar cruzó la puerta de salida y la cerró tras de sí.
Pasaron alrededor de 30 minutos desde el incidente con su esposo, estaba allí tumbada boca abajo en la cama, pensando en un aniversario que no celebraría, aunque su marido regresara no lo haría, ella no era segundo plato de nadie. Pensó que fue inútil todo el esmero que puso en verse bonita, a fin de cuentas su marido la había cambiado. Aun así necesitaba hablar con alguien, desahogar sus sentimientos, lamentablemente no pudo comunicarse con su madre, ni con sus hermanas. ¿A quién acudir? En esos momentos detestaba no tener ...