Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cincuentón interesante y que la hiciera suya.
– ¡Ummm…!¡Está bien…! Pero solo vamos a hablar….
Decir eso reconfortaba a la inquieta casada, aunque en el fondo ambos sabían que solo eran patrañas y que de cualquier forma, había muchas posibilidades de que la noche terminara abierta de piernas con el coño repleto de leche masculina. Fernando no creía lo sencillo que fue convencerla, pensó que sería más difícil, agradeció enormemente que el cornudo de su marido la engañara eso facilitó las cosas. Purificación se levantó de su asiento, y tomando de la mano al maduro arrogante insistió que la siguiera. Él lo hizo sin protestar, a la vez que tenía su mirada clavada en el espectacular culo que tenía frente a él, no pudo evitarlo y con la mano que tenía libre le propinó una cachetada ligera que solo resonó para ambos. Los pocos asistentes que quedaban vieron estupefactos como se marchaban juntos…, nunca pensaron que un hombre de su edad pudiera ligar con semejante ejemplar femenino…, sin embargo su sorpresa fue mayor cuando ella simplemente rió de una manera muy sensual cuando la asió de la cintura, y siguió caminando.
De repente al percatarse que María seguía agasajando al mismo tipo, le pidió a Fernando si podía meterla al interior de la casa para que durmiera, María estaba muy ebria. Era su amiga no quería que alguien se aprovechara de ella. No quería que engañara a su pobre novio, que a pesar que no le agradaba mucho por lo que le hizo, pues sabía que María se ...
... sentiría mal por una estúpida borrachera. En ese momento el tío haría cualquier cosa que la rubia le pidiese. Así que fue, se la arrebató a aquel sujeto, no sin que este no se molestara, la metió a la casa. Una vez que salió se reencontró con la casada, y ahora si salir por la puerta trasera.
El maduro Fernando abrió la puerta de la oficina del concesionario…, había logrado convencer a Puri que fueran allí. Era la primera vez que la casada entraba en esa oficina, durante el tiempo que trabajo allí nunca lo hizo. Todo se iluminó con una luz interior débil amarillenta, y por primera vez Puri se dio cuenta del coqueto lugar que era con aquel ambiente. No es demasiado extraño que en una oficina hubiese un sofá-cama, además del escritorio. Estaba pegado en la pared, y estas se encontraban totalmente cubiertas con muchos posters de mujeres semidesnudas y otras completamente desnudas y abiertas de piernas mostrándolo todo. El suelo estaba limpio y olía a perfume de lilas, sin duda un toque femenino de María.
– Ponte cómoda nena, dijo el madurito separándose de la chica para ir a una esquina donde estaba un pequeño refrigerador, lo abrió e inspeccionó. La rubia procedió a sentarse en el sofá, el cual rechinó un poco debido a algún resorte gastado de esta.
– Un lugar acogedor… dijo Purificación mientras sus manitas alisaban su rubio cabello, una costumbre que tenía cuando ella estaba nerviosa.
– A “cogedor” es la palabra…, dijo el madurito sonriendo, a la vez que sacaba lo que ...