Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una risa en Puri.
– Está bien machote… ¿Pero no le parece que me merezco más que 20 €? Preguntó la rubia con esa sonrisa que invitaba al pecado.
– Te mereces esto y más princesa… Pero primero debo ver el show… La estruendosa risa del maduro resonó en todo el cuarto. – Además a mí deberías cobrarme más barato ¿no crees? Le seguía diciendo a la misma vez que le mostraba el arrugado billete.
En verdad a Puri le valía un capullo el dinero, lo que en realidad quería era jugar, divertirse, pasárselo bien sin recordar nada de lo vivido ese día y hasta el momento lo estaba logrando. – ¿De verdad quieres que te baile solo por 20 €…? A la rubia le daba morbo jugar a ser la puta del maduro vividor, ya que así ella lo sentía en aquel momento, jamás en su vida había pasado por su mente bailar por dinero, y menos por tan poco, tan barato, pero ese al ser solo un juego la estaba calentando de sobremanera.
– Sí… nena… si bailas y te portas bien te daré más… el madurito estaba que enloquecía de calentura. En ese momento comenzó a sonar la música, reggaetón.
Fernando siempre lo odió, le parecía estúpida y sin sentido, pero en ese momento lo agradeció, pues Purificación lentamente comenzó a menear sus caderas. El cincuentón entonces se acomodó en la orilla del cojín del sofá, disfrutando del espectáculo. Purificación se movía como una profesional, por momentos sus movimientos eran lentos, sexis, y por otros aceleraba el ritmo frenéticamente, mientras sin quererlo su vestidito ...
... se le subía un poco dejando a la vista del él, esa zona donde las piernas continúan con las nalgas. Gira, y gira, levanta sus brazos, toca su cuerpo de manera muy sensual, se siente, sexi, provocativa, deseada y quiere que el madurito también se caliente, lo logra pues se da cuenta como Fernando frota su miembro por encima de su pantalón, El bulto es inmenso. La casada camina lentamente hacia él, se da media vuelta, agacha la mitad de su cuerpo, de esta manera su culo queda a escasos centímetros del rostro del machito. Él no aguanta, y con cada mano toma cada nalga de la chica, para después intentar besarlo como tanto lo ha deseado. Lo hubiese logrado de no ser porque Puri fue más rápida, se separa unos metros, y sonriendo mientras con su dedo índice lo menea de forma negativa.
– ¡No… no… no…! Recuerde que nada más se mira… no se toca. Purificación seguía sin perder el ritmo.
Esto no agradó mucho al empresario, pero lo dejo pasar, la dejó llevar la situación por el momento, a fin de cuentas sabía que si estaba allí con él era porque ya había ganado. En tanto Puri cada vez se volvía más atrevida, si hasta ya se agarraba sus pechos con ambas manos y se los masajeaba, por instantes arrastraba su vestido para arriba, para después volver a bajarlo dejando su trasero a la vista del recalentado Fernando. No importando que ya lo ha visto antes es imposible no maravillarse ante esa visión, a pesar de su tamaño, está completamente limpio, sin rastro alguno de imperfecciones, y no ...