1. Purificación. El despecho de una joven adultera


    Fecha: 09/05/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en forma estática. Todos los nervios y músculos de la rubia ya empezaban a participar del aquel morboso ritual de dura infidelidad a la que estaba entregada. Su vestido estaba más arriba de su ombligo con una de sus potentes piernas estiradas hacia el pedal del embrague, y con su otro muslo abierto y flexionado hacia el asiento en donde estaba el gerente del concesionario. Éste abiertamente la masturbaba ahora, en tanto varios vehículos pasaron por el lado de ellos… esa situación excitaba más a la casada, ahora el hecho de saber que alguien podía observarla y darse cuenta de cómo le sobaban el conejo, ya casi la tenían de vuelta, loca de emoción, calenturienta. Aun así algunas de sus neuronas le hacían de a momentos entrar en razón…
    
    – Noo… Fernando…Detenteee… debo i..ir… meeee…, le decía mirándolo con sus ojos entrecerrados.
    
    – ¿¡Acaso no te gusta reina…!? O quieres otros 20 € para que te dejes hacer, quiso poner un poco de ironía…
    
    Purificación tras pasear su lengua por todo el contorno de sus delineados labios se dio a responderle… – E… es… est… esto… esto no está bien.
    
    Aun así y a pesar de sus palabras la casada seguía meneando su coño mojado con los incrustados dedos del cincuentón muy adentro de ella. Después de unos minutos, y cuando Fernando estimó que la rubia otra vez no le iba a negar nada de lo que él quisiera en esa larga noche metió su mano por el costado del asiento de Puri bajando su respaldo hasta el tope quedando el cuerpo de la rubia completamente ...
    ... estirado y en horizontal…
    
    – Nooo… q… que haces d… por favor… a… aquí Noooo…!
    
    – Tranquila criatura solo te voy a echar el último polvo en las mismas narices de tu maridito… si mira hacia aquí. El muy cornudo está de pie en la ventana esperándote… solo recuerda que él hace lo mismo. Esto está muy oscuro… descuida que no podrá vernos, pero nosotros sí podemos verlo a él… ¡No te da morbo!
    
    La rubia sin moverse de cómo la había dejado el cincuentón vio que este ya se estaba bajando los pantalones hasta sacar su descomunal cipote que otra vez se manifestaba erecto y robusto con la curvatura impresionante que le proporcionaba la extrema rigidez del aquel falo ante sus incrédulos ojos. Ella ahora solo se daba a mirar esa verga que tanto la enloquecía alternando con tímidas miradas hacia su edificio, con la figura de su marido estampada en los ventanales. Si otras fueran las circunstancias la rubia jamás se hubiera comportado en forma tan desvergonzada, ni aunque hubiese estado acompañada del príncipe de Asturias. Pero el atractivo cincuentón había causado estragos en su sensualidad, si bien la rubia tenía las intenciones de no dejarse follar en su furgoneta con la figura de su marido esperándola, el magnetismo recién aflorado de sus deseos hacia la verga del hombre eran superiores a cualquier cosa, ella deseaba negarse pero el imán de Neodimio que representaba el GRAN FALO de Fernando, la atraía sin remedio… simplemente no le podía decir no a esa verga, ni siquiera era a él, ...
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