Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sino hacia el masculinidad que este se gastaba… fuerte, emprendedor, adinerado, potente, macho, atractivo y con la polla que toda mujer sueña alguna vez en un hombre que sabe manejarla a las mil maravillas dentro de un hembra.
El cincuentón, sin un único defecto para aquella obnubilada hembra, viendo que no existía el menor signo de reclamo opositor por parte de la rubia se fue cambiando de asiento, claro que con la rubia abajo y el montándose sobre ella en los mismos asientos delanteros reclinados. La furgoneta de Puri se movía para ambos lados con una amortiguación nueva pronto equilibraba los movimiento del hombre acomodándose para follarse a su diosa, al menos así se veía desde afuera del vehículo.
Cuando ya estuvo sobre su estilizado cuerpo fue el mismo Fernando que ante la pasividad de la chica destrabó su sostén sacándoselo y tirándolo en los asientos traseros, liberando esas hermosas tetazas que el tanto había estado chupando esa noche. Por su parte la casada a modo de demostrarle que ella estaba dispuesta para él otra vez, poco a poco fue subiendo la pierna que había estado estirada hacia los pedales, la fue flexionando y abriendo hasta dejarla tan abierta como la otra que se abría hacia el asiento del copiloto, pero esta quedó apoyada en el mismo vidrio del conductor, quedando así totalmente expuesta y ofrecida para que el madurito fornicador la poseyera otra vez, ahora al interior de su propia furgoneta.
– Ahora si Gabrielita… mira hacia las ventanas de ...
... tu apartamento donde está el cornudo de tu marido… ¡¡Esta follada nos la pegaremos en su honor!!
La rubia con su respiración a mil por hora sentía como Fernando le acomodaba su gruesa verga en la entrada de su ajustada vagina, esta vez ni se acordó del uso del condón tal vez porque necesitaba sentir la orografía deforme de aquella musculosa polla… extrañamente deseaba ser penetrada, atravesada, hundida y empalada mirando al desleal de su marido, y cuando el madurito pegó su lasciva cara al lado de su atractivo rostro de Diosa nórdica, se la metió de un solo empujón. ¡Los 25 centímetros de carne entraron en ella de forma impecable!, por lo que las firmes embestidas no tardaron en llegar…, estas eran rápidas y continuas, la gruesa y larga polla del cincuentón entraba y salía libremente por la rendija íntima del angosto estuche de la casada, quien al rato de esto ya no prestaba atención a la figura de su marido. Ahora estaba moviéndose rítmicamente atenazando con piernas y brazos al maduro adonis de su amante Fernando.
Ni siquiera le importaba cuando a veces pasaban vehículos que claramente reducían la velocidad para poder mirar lo que sucedía en aquel oscuro estacionamiento al borde de la calle. Por como subían y bajaban la carrocería los amortiguadores de la furgoneta, estos daban clara señal de lo que estaban haciendo en su interior, pero a la rubia no le importaba, solo quería follar y ser bien follada de nuevo por el Gran Falo de un macho alfa. Por su parte Fernando ...