1. Purificación. El despecho de una joven adultera


    Fecha: 09/05/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... diciendo preciosa… tómalo por este lado… Soy un hombre con posibles, gano mucho más en un mes de lo que tú ganas en varios años… Si aceptas te compraría lo que tú quisieras… pero si no…. El señor Martínez no terminó la oración.
    
    – ¡¡No… ya le dije que No…!! Puri estaba completamente segura, no volvería a repetir lo que pasó con Fernando, una y no más. Ese momento por alguna razón se imaginó que el hombre que estaba frente al dueño de la polla más impresionante que había visto en su vida…
    
    – Si esa es tu respuesta final agarra tus cosas y vete… estas despedida, le dijo el señor Martínez muy molesto pero guardando la compostura para evitar que alguien lo escuchase, además creyendo que al temer por su trabajo terminaría aceptando.
    
    Puri por su parte también estaba molesta e indignada, muy indignada. Los últimos días habían sido los peores de su vida, quería desquitarse con alguien y que mejor que esa oportunidad. – Es un cerdo… aléjese de mi…, decía Purificación en voz alta sin importarle que alguien pudiera escucharla.
    
    – ¡¡Shhhhttt…!! Baja la voz…, el miedo al escándalo invadió al hombre.
    
    – ¡¡ No me callo…!! A poco creía que soy de esas mujeres que se acuestan con quien sea por dinero…, su voz iba en aumento.
    
    – ¡Cállate por favor…! ¡¡Has cuenta que esto nunca pasó…!! Vuelve a tu trabajo…, dijo esto intentando que guardara silencio.
    
    – ¿Qué?… claro que no… ¡sabe que…!? ¡¡Renuncio…!! La rubia abrió la puerta, salió por ella y la cerró dando un portazo ...
    ... que temblaron las paredes. El señor Martínez se quedó allí petrificado, todo le salió mal, tanto tiempo que le costó conseguir el valor para proponerle aquello y no sirvió para nada, jamás se imaginó que su secretaria reaccionaría así.
    
    Le dolía su orgullo de hombre, sabía incluso que se pudieron escuchar los gritos de Puri fuera de la oficina, estaba seguro de que sería un gran chisme, pero lo que más le dolía era que no se follaría nunca a tan apetecible casada. Purificación caminaba hacia su escritorio con los ojos inyectado en sangre y vidriosos. Escuchaba el alboroto que había causado, los empleados no dejaban de hablar entre ellos, comenzó a recoger sus pertenencias para no volver nunca a esa oficina. Ahora estaba desempleada, debería sentirse mal pero no era así, en el fondo sintió eso como una gran victoria moral contra todos esos viejos verdes que acosaban a las mujeres jóvenes, además había puesto en su lugar a su horrible jefe. Sonrió como enmendado el error cometido con follarse a Fernando…
    
    Hace mucho tiempo que no se sentía así, segura, querida, en familia, de hecho hasta había olvidado sus preocupaciones. Sentada a la mesa con su marido y su mejor amiga, charlaban acerca de tonterías, escuchaba las risas de los niños quienes jugaban en su cuarto de matrimonio, se sentía triunfante nunca más le sería infiel a su esposo y la negativa hacia su jefe era prueba de ello.
    
    – ¿Ya sabes lo que le vas a regalar al cabezón de tu esposo? preguntó Lidia a la ...
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