Purificación. El despecho de una joven adultera
Fecha: 09/05/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... trabajando lejos de casa. El cuerpo de Purificación se tensó, sintió un escalofrió recorrer su voluptuoso cuerpo al comprobar que el niño no solo se había limitado a leer el nombre en la pantalla sino que contestó. Podía observar como el tiempo de la llamada iba en aumento, abruptamente se separó de Cesar y prácticamente le arrebató el móvil al niño. Ni Cesar ni Lidia notaron lo desesperada que estaba Purificación, quien hacía esfuerzos sobre humanos para que no lo notaran ¿Qué hacer? Era lo que se preguntaba la casada.
¿Debía contestar?, ¿Debía colgar? Su mente su nubló, la respuesta no estaba muy clara, el tiempo pasaba, le pareció eterno aunque solo fuesen unos segundos. – ¿No vas a contestar amor? Preguntó Cesar sacándola de sus pensamientos.
– Si… claro…, Purificación como si aquello fuese lo más normal del mundo comenzó a caminar con dirección al cuarto de su hijo, estaba decidida a contestar, a terminar con esa locura, a decirle que la dejara en paz, se sentía apoyada por el cariño de su familia, sentía que podía con él. – Si… Dígame…, respondió la rubia tomando asiento en la pequeña cama individual de Jacobo.
– Al fin te escucho preciosa… la seductora voz del madurito retumbó en sus oídos.
– ¿Qué quieres? Le preguntó la casada con sus sentidos completamente agudizados, cuidando que nadie fuera a escuchar su conversación.
– No he dejado de pensar en ti y desde aquella vez… Quiero verte… eso…Rápidamente la memoria de Purificación se vio invadida por los ...
... recuerdos de esa lujuriosa noche, por la forma en que intentó desquitarse y por como nada le salió como esperaba y terminó siendo fornicada por una desconocida verga descomunal.
– No… lo de aquella vez fue una equivocación… por favor ya deja de buscarme, la nerviosa rubia hacía uso de toda su fuerza para no demostrar lo asustada que estaba.
– ¡¿Equivocación?!… ¡No niña, tu coñito no mentía… me la apretabas bien fuerte, ni mencionar lo sensacional que besas y te mueves cuando estas follando.
El cincuentón ya había perdido toda la decencia que alguna vez pudo llegar a mostrar frente a ella, se creía con derechos, así que según él podía decir todas esas majaderías.
– ¡Cállate…! Eso no es cierto…, le decía Puri en voz baja tratando de negar la verdad, y cuidando visualmente que nadie se acercara a la puerta de la habitación de su hijo, la había dejado entre abierta para poder notar si alguna sombra se acercaba dónde estaba ella, si eso pasaba tendría para solo cortar la llamada y fingir una normal conversación de trabajo con alguien.
– ¡Claro que es cierto cariño…! Y estoy que me muero por volver a saborearte entera…
Purificación no sabía que estaba mal con ella, al inicio de esa conversación lo único que deseaba era poner en su lugar a ese hombre desgraciado que osaba a llamarla en momentos tan familiares, pero sin saberlo porque, como tampoco explicárselo a sí misma esa iniciativa que la endiosaba, sumadas a los recuerdos de lo que había sucedido en aquella ...