1. Afortunado Reencuentro (I)


    Fecha: 24/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... novio, ni ahora mi marido pero es que no tiene desperdicio), pues éste le había comido el coco en ese pub, y ella vio el cielo abierto, que la follara un tío bueno de 28 años, muy bien vestido, con clase, un BMW en la puerta, y que para hacerlo le llevara a un hotel.
    
    Pero la sorpresa que me llevé cuando llegó a nuestra habitación y nos encontramos cara a cara ... Yo nunca creí que fuera capaz, pero, nunca se sabe.
    
    Ella sabía que yo iba a estar allí, pero por veinte talegos que más le daba que mirara alguien. Alberto empezó a desnudarla mientras la besaba. Yo estaba en un cómodo sofá solo con mi batita de raso.
    
    - ¿ Haz echo algo antes Marian? , le preguntó Alberto.
    
    - Nunca. Nada.
    
    - ¿ Ni te has hecho pajas ?.
    
    - Bueno, eso sí, viendo una películas equis del video.
    
    Marian, ya tirada en la cama, se abrió de piernas, a la orden de Alberto. Yo me acerqué, quería verlo de cerca. Alberto, empezó a chuparle el coño con fuerza, y debió ser la poca costumbre de ésta, porque al primer lametazo empezó a jadear. Alberto había tenido mucha suerte, era de ese tipo de piva que siempre había querido follar, las que siempre jadean a cada empujón, a cada chupada.
    
    Enseguida empezó a humedecérsele los labios primero, y todo el coño después. Los dos disfrutaban de lo lindo, y lo mejor era que yo me estaba poniendo muy caliente.
    
    Alberto me miró y me señaló el manjar que estaba degustando. Yo le entendí a la primera, quería que lo probara, y lo probé, más que probarlo, lo ...
    ... devoré. Yo sabía como chuparlo, como mujer que soy, y Marian notaría el cambio pues miró. Pero lo único que hizo fue apretarme mi boca contra su coño.
    
    Alberto mientras tanto se alzó hasta su cara, le cogió la cara y se la llevó a su polla. Ella no se lo esperaba, y se encontró de pronto en la boca con algo que solo había visto en la tele. ¡ Me gusta ! , dijo Marian, deleitándose con tan suculento manjar. Y la verdad es que no lo hacía tan mal, o eso parecía, pero Alberto daba gritos de dolor porque al parecer le rozaba a veces con los dientes, pero claro, él, no la sacaba.
    
    Marian ya estaba muy caliente, y yo quería aprovecharme de la situación. Me incorporé hasta la posición de Alberto y le relevé. Le puse mi coño en su boca. ¡Cómemelo Marian!, le dije.
    
    Y me lo comía, me lo lamía, me lo chupaba, y yo me retorcía de gusto.
    
    Mientras tanto, Alberto se disponía a metérsela. Ahora que no se lo esperaba, simplemente puso la puntita chorreante, y ... hasta el fondo. Marian dio un saltito en la cama, sintió un profundo pinchazo en su interior, intentó safarse de nosotros, pero cuando Alberto empezó a moverse adelante y atrás, dejó de resistirse, el gusto pudo al dolor, aunque éste no remitía, y a cada metida de Alberto, Marian se mordía los labios.
    
    - Me voy a correr -, dijo Alberto.
    
    - En su boca - , dije yo.
    
    Marian se levantó, quería probar esa leche que decían que estaba tan buena y que en las películas se tomaban las pivas.
    
    Cuando le metió de nuevo la polla en ...
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