Ella: El viaje a Grecia
Fecha: 15/05/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
Atenas.
“Última llamada para los pasajeros con destino Atenas. Pasen por la puerta número 8”
-Corre Eva que no llegamos.
Así comenzaban las dos amigas sus vacaciones griegas. Corrieron por todo el aeropuerto hasta llegar a la puerta número ocho cuando ya tan solo quedaba en el mostrador una jovencísima azafata. Entregaron la tarjeta de embarque y pasaron por el pasillo hasta el avión. Localizaron sus butacas 12E y 12F:
-Menos mal que facturamos ayer, si no, no llegamos –le comentó a Eva que se había sentado junto a la ventanilla.
-Pues sí, yo no pude recogerte antes. –Se disculpaba su compañera de viaje.
Eva era su mejor amiga. Se habían conocido hacía ya algunos años cuando entraron a trabajar en la misma cadena de televisión. Era la directora del informativo que ella presentaba. Tenía un par de años menos pero conectaron desde el principio. Se lo contaban todo, trabajo, aventuras, familia… Había sido su gran apoyo, junto con Pablo, su maquillador, durante su ruptura con Pedro. Y fue ésta quién la había “liado” para hacer este viaje.
Eva estaba soltera y hacía cinco años había terminado una relación de dos años. Desde entonces, nada de compromisos serios. Algún que otro folla-amigo pero nada que le atrajese.
Estaba volcada en su trabajo, donde estaba considerada una de las mejores profesionales. Era muy segura de sí misma y con una fuerte personalidad. Físicamente era una preciosidad. Estatura media, delgada, unas buenas tetas quizás no tan grandes ...
... como las suyas. Una cara guapísima. De piel morena, nariz perfecta, ojos grandes, castaños claros, pelo negro. Boca grande con labios carnoso y una espectacular sonrisa con dientes blancos y perfectos. Tenía algo en su personalidad que atraía a todo el mundo. Con una gracia natural para contar sus aventuras que sin proponérselo acababa siendo el centro de atención. Además como se suele decir “todo le pasaba a ella”.
Sin darse cuenta se había dormido y Eva tuvo que despertarla y avisarla que iban a tomar tierra el aeropuerto Eleftherios Venizelos de Atenas:
-Bueno y ahora ¿Cómo llegamos al barco? –preguntó impaciente ella.
-Un autobús nos lleva al puerto.
-¿Qué hora es?
-Las siete de la tarde.
Efectivamente, en media hora estaban en un autobús de la compañía marítima que les llevaba al puerto de El Pireo. En hora y media cruzaron desde el aeropuerto hasta su destino. Al llegar vieron que se dirigían al puerto deportivo donde había barcos particulares impresionantes. Ella pensó que las fortunas de los propietarios de aquellos barcos podrían saldar la deuda externa de Grecia y sacar al país heleno de la profunda crisis en que se hallaba metido.
Junto a los puntos de amarres, los coches no le iban a la zaga, Aston Martin DB-9, Ferraris de casi toda la gama, un impresionante Bugati Veyron azul. Siempre le habían gustado los coches y sabía que si algo denotaba la exclusividad y el buen gusto de alguien eso era un coche. Mientras pensaba en esto el autobús se ...